«Conseguir el equilibrio entre un diseño expositivo que permita a los visitantes disfrutar de las obras de arte y al mismo tiempo garantizar su protección es un elemento clave para los departamentos de Seguridad», explica Asier Zapatero Martos, responsable del departamento de Seguridad del Museo de Bellas Artes de Bilbao, para quien, además, el principal desafío para los responsables de la protección de los centros museísticos es «garantizar la seguridad de sus visitantes y del personal del museo, junto con la protección de las obras de arte».
Zapatero Martos aborda en esta entrevista la estrategia de seguridad del museo, el papel que cumple la innovación tecnológica, así como la importancia de la concienciación en seguridad del personal del centro.
—Actualmente, ¿cuáles son los puntos básicos en los que se basa la estrategia de Seguridad del Museo de Bellas Artes de Bilbao?
—La estrategia de seguridad del museo está sujeta a cambios y se adapta a sus necesidades cambiantes como, actualmente, la obra de ampliación según el proyecto Agravitas, de Foster y Uriarte -cuya finalización está prevista para 2025- o la reciente pandemia de COVID.
Los elementos fundamentales de nuestra estrategia de seguridad se componen de medidas tecnológicas -como el sistema de integración que incluye CCTV, control de accesos y sistemas de alarma de intrusión e incendio- combinadas con medidas físicas, entre las que destaca el servicio de vigilancia que supervisa esos sistemas y asiste a los visitantes del museo.
—¿Cuáles son los principales desafíos a los que tiene que hacer frente hoy en día un responsable de Seguridad de un gran centro museístico?
—El principal desafío al que se enfrenta un museo en esta materia es garantizar la seguridad de sus visitantes y del personal del museo, junto con la protección de las obras de arte de la colección propia o de colecciones externas cedidas en préstamo temporal.
Detrás de este desafío hay una escrupulosa labor para garantizar la seguridad de las personas y del patrimonio artístico que implica la realización de protocolos y procedimientos de actuación, que abordan diferentes situaciones de riesgo y buscan una prevención efectiva ante posibles amenazas.
Museo e innovación tecnológica
—La innovación tecnológica juega hoy en día un papel imprescindible en el campo de la seguridad, ¿qué soluciones tecnológicas cree que forman parte de una adecuada estrategia de protección y prevención de una instalación como un museo?
—La solución tecnológica más efectiva es la integración eficaz de todos los sistemas de seguridad. En nuestro ámbito laboral, es fundamental la coordinación entre sistemas de CCTV y la detección de intrusión e incendio para, de esta forma, conseguir la detección temprana de posibles incidencias dentro de las instalaciones del museo.
Todo esto sin olvidar que, hoy en día, la Inteligencia Artificial tiene un papel crucial en todos los ámbitos tecnológicos. Esta tecnología nos ofrece herramientas avanzadas, entre otras muchas, la analítica de video, permitiéndonos identificar personas, supervisar aforos y generar alarmas de intrusión en áreas específicas.
Gracias a la IA, se nos abre un amplio espectro de posibilidades que proporcionan una respuesta rápida ante situaciones críticas. Eso sí, para conseguir optimizar su eficacia, no podemos olvidar la importancia que tiene el mantenernos al día con las actualizaciones tecnológicas.
—¿Qué elementos de colaboración existen entre el departamento de Seguridad y el resto de las áreas del Museo de Bellas Artes de Bilbao? ¿Tienen algún tipo de protocolo de intercambio de información, coordinación…?
—La colaboración interdepartamental creo que es fundamental para el buen funcionamiento del museo o de cualquier otra entidad. En nuestro caso, la comunicación entre los diferentes departamentos es continua, sobre todo a la hora de realizar diferentes movimientos de obras de arte, cambios de exposiciones, ruedas de prensa o control de visitas, entre otros.
—¿Cree que los usuarios de los grandes centros museísticos valoran las medidas de seguridad implantadas o, por el contrario, se trata de un hecho que pasa desapercibido?
—Normalmente un alto porcentaje de los visitantes no advierten las diferentes medidas de seguridad que tenemos implementadas en el museo. Esto es gracias al trabajo que se realiza para adaptar parte de nuestros sistemas a las condiciones de exhibición de las obras de arte.
Pero esto no quiere decir que los visitantes no valoren estas medidas, creo que se valoran, y mucho. Al mismo tiempo, por nuestra parte, intentamos que la seguridad pase lo más desapercibida posible con el objetivo de no interferir en la visita y, de este modo, procurar una experiencia en el museo lo más satisfactoria posible.
