«Para que la seguridad sea preventiva y proactiva, es fundamental que los sistemas de seguridad estén actualizados y a la vanguardia», asegura Fernando Eguía, subdirector de Seguridad del Museo Guggenheim Bilbao, quien también insiste en la importancia de que «la seguridad es una cuestión de todos los integrantes del centro».
A lo largo de esta entrevista con Cuadernos de Seguridad, Eguía desgrana los grandes retos a los que tienen que hacer frente los responsables de Seguridad de los centros museísticos, así como destaca el papel de la innovación tecnológica, que ofrece un mundo de posibilidades en el ámbito de la protección, muchas de ellas aún sin explorar.
—¿Cuáles son los pilares básicos sobre los que se asienta la estrategia de seguridad del Museo Guggenheim Bilbao?
—La estrategia de seguridad del Museo Guggenheim Bilbao se basa en mantener un equilibrio entre todos los elementos que componen la seguridad de una institución como la que representamos, un plan de seguridad constantemente actualizado y vivo, con un análisis continuo de los riesgos; mantenimiento de los estándares de seguridad a un nivel alto, sistemas actualizados y adaptados a las necesidades, seguridad preventiva y proactiva, y por el tipo de servicio que ofrecemos una seguridad amable.
Para mantener el plan actualizado y vivo es necesario una sistemática de actualización de procedimientos y protocolos, así como con una sistemática de simulacros que permitan evaluarlos y entrenarlos.
Análisis continuo de los riesgos. La realidad de los últimos años nos ha demostrado que las amenazas a las que se enfrenta un museo de las características al que representamos, son cambiantes y variopintas, en su formato y en su origen. A la amenaza de robo implícita en un museo, se unen las amenazas de actos vandálicos motivadas por la situación política global, vinculadas a movimientos de protesta para protección del medio ambiente, o protestas del ámbito local.
Sin olvidarnos la amenaza terrorista que sigue vigente y en un centro emblemático como el nuestro, con el número de visitantes y de eventos que se organizan, constituye un reto constante.
Por último, y no menos importante, la amenaza cibernética, que en este mundo cada vez más digitalizado supone un reto constante el mantener el nivel entre servicios ofrecidos y la ciberseguridad.
Sistemas de seguridad actualizados y a la vanguardia
Mantener estándares de seguridad, para lo cual es básico contar con un plan de formación y auditorías del equipo de seguridad, riguroso, adaptado y constante.
Para que la seguridad sea preventiva y proactiva, es fundamental que los sistemas de estén actualizados y a la vanguardia.
Para el equipo de seguridad del Museo Guggenheim Bilbao, desde siempre ha sido trascendental aprovechar al máximo las posibilidades que nos brinda la tecnología, poniendo los sistemas al servicio de los recursos humanos, que, unido a unos procedimientos implantados, formen un triángulo equilibrado que nos permita ser eficaces.
—¿Cuáles son los principales retos y desafíos a los que tienen que hacer frente hoy en día los responsables de Seguridad de los museos y centros de arte?
—Los museos son espacios donde se albergan obras de arte y donde afortunadamente contamos con la visita de numeroso público que viene a disfrutar de la experiencia de visitar las exposiciones que ponemos a su disposición. Asimismo, cada vez nuestros centros son lugares más multidisciplinares donde se congregan eventos de todo tipo, desde congresos, presentaciones, conciertos, cenas, grabaciones, performance, visitas institucionales…, que obligan a estar en constante adaptación.
La realidad actual de la sociedad, tan global y cambiante, nos obliga a estar preparados al cambio, a las nuevas amenazas que nos llegan del mundo digital, tener capacidad para ser una seguridad discreta y amable y a la vez proactiva y que se reconozca, y sobre todo contar con un servicio de protección resiliente, capaz de recuperarse de manera rápida ante cualquier amenaza que se materialice.
En este sentido, una cuestión que cada vez cobra más relevancia es la Vigilancia Digital.
Un concepto que hasta hace poco no se contemplaba y que en este momento se considera casi indispensable para adelantarnos a los acontecimientos; estar al corriente de lo que sucede en el mundo digital, redes sociales, plataformas digitales…, permite que la seguridad física tradicional esté preparada y se adelante a los acontecimientos.
No debemos olvidar que la seguridad en un museo como el nuestro, abarca muchas vertientes, no solo la parte de safety y security, sino cuestiones como ciberseguridad, seguridad de las comunicaciones, traslado de fondos, transporte de obras de arte, gestión de eventos, gestión de conflictos con visitantes, primeros auxilios, emergencias, gestión de aforos y colas, daño reputacional, etc.
