En Security Forum 2023, la Asociación Española de empresas de Seguridad (AES) presentó el Panel «CRAs – Agenda 2030. Construyendo un nuevo paradigma», donde intervinieron Paloma Velasco, Directora Ejecutiva de AES, Antonio Escamilla Recio, Vicepresidente de AES, Oscar Feijóo de Securitas Direct y Amor Domínguez de Alter Technology.
Este evento proporcionó una visión clara y reveladora sobre la dirección futura de la Asociación Española de empresas de Seguridad, así como un análisis profundo de la importancia de la digitalización de las centrales receptoras de alarmas y las normativas correspondientes.
Agenda 2030: construyendo un nuevo paradigma
El panel fue inaugurado por Íñigo Ugalde, quien se presentó como el recién designado presidente de la Asociación Española de Empresas de Seguridad. A continuación, Antonio Escamilla Recio tomó la palabra para exponer los objetivos de AES en su esfuerzo por impulsar la digitalización de la gestión administrativa de la seguridad privada en España.
AES ha desempeñado un papel destacado en los comités europeos relacionados con la seguridad, manteniendo una estrecha colaboración con Euralarm, la Asociación Europea de Sistemas de Protección contra Robo, Intrusión e Incendios. Escamilla Recio enfatizó la importancia de la colaboración en el proceso de planificación estratégica de AES, subrayando el papel fundamental de los grupos de trabajo de la asociación en la creación de documentos formativos de gran relevancia.
La visión de AES se materializó en un plan estratégico para 2030, alineado de manera coherente con las iniciativas europeas que apuntan hacia el mismo horizonte temporal. Escamilla Recio afirmó: «Nos centramos en la promoción de estándares, abogando por un enfoque que impulse la libertad de negocios y la competitividad para todos», mientras destacaba la importancia de «atraer y retener talento en la industria de la seguridad».
Digitalización de las centrales receptoras de alarmas
Durante su presentación, Paloma Velasco compartió detalles del proyecto de digitalización de las centrales receptoras de alarmas, que está siendo liderado por AES en colaboración con APROSER, la Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad. En su exposición, Velasco destacó de manera clara y concisa las ventajas clave de esta iniciativa, enfatizando cómo puede impactar positivamente en la gestión.
Este proyecto tiene el potencial de ofrecer una serie de mejoras notables en la administración y operación de las centrales receptoras de alarmas. En primer lugar, se señaló que la digitalización permitiría una gestión más eficiente de los recursos públicos al optimizar los procesos, liberando así recursos humanos que podrían ser destinados a tareas de mayor valor añadido. Además, la mejora en la interacción entre el sector público y privado sería evidente, ya que la confidencialidad, seguridad y fiabilidad de la información mejorarían considerablemente al eliminar la necesidad de manipular documentos físicos.
Por otro lado, la eficiencia operativa experimentaría un importante impulso gracias a la migración de miles de documentos físicos a un repositorio en la nube, lo que reduciría la carga burocrática, minimizaría los errores y disminuiría los costos asociados. Por último, la digitalización contribuiría significativamente a la reducción de la huella ecológica al eliminar la impresión de millones de páginas y la necesidad de realizar extensos desplazamientos físicos para llevar a cabo tareas administrativas.
Normas europeas para la digitalización
Oscar Feijóo, al iniciar su ponencia sobre las normativas europeas relacionadas con la digitalización de las centrales receptoras de alarmas, subrayó la importancia de llevar a cabo una adaptación efectiva de estas regulaciones a nivel local. Destacó la necesidad de aterrizar el «tsunami normativo» desde el contexto europeo hasta el ámbito específico de las centrales receptoras de alarmas. Feijóo enfatizó que, a pesar de los desafíos que las nuevas normas pueden plantear, también brindan oportunidades para la innovación y la adopción de tecnologías en el mercado de la seguridad.
Uno de los mensajes clave que Feijóo transmitió es que la aparición de nuevas normativas y revisiones no debe ser vista exclusivamente como una amenaza, sino como un desafío que puede generar oportunidades. Para AES, la clave es no ser una entidad pasiva en este proceso, sino convertirse en un actor activo en la revisión y adaptación de las normas a nivel europeo. Esto implica participar en comités y grupos de trabajo europeos, influir en las posturas y decisiones tomadas a nivel nacional y estar preparados para aprovechar al máximo las oportunidades que se presenten en el futuro.
Feijóo también destacó la importancia de comprender cómo funciona el proceso de aprobación de normas en Europa para poder llevar a cabo una adaptación efectiva y beneficiosa en el ámbito local. Esto resalta la determinación de AES de estar a la vanguardia en la conformación de las regulaciones que afectarán a la industria de la seguridad en el futuro.
La importancia de la confianza digital
Durante su presentación, Amor Domínguez subrayó la trascendencia de la confianza digital en un contexto de crecimiento normativo. Hizo hincapié en la imperante necesidad de identificar y evaluar los riesgos asociados a la tecnología empleada en las centrales receptoras de alarma, abordando tanto amenazas lógicas como físicas, y destacando la importancia de incorporar la ciberseguridad desde la fase de diseño. Asimismo, abordó las tendencias tecnológicas emergentes, como la automatización de procesos, aplicaciones móviles y software especializado, resaltando la necesidad de respaldarlas con una infraestructura tecnológica sólida y eficiente desde una perspectiva energética.
«Para alcanzar lo que comprendemos como confianza digital, es esencial iniciar el proceso de identificación y evaluación de los riesgos inherentes a esta tecnología», enfatizó Domínguez. La experta abordó también la carencia de directrices claras para afrontar ataques cibernéticos, a pesar de la existencia de regulaciones. En este contexto, la certificación se erige como un medio para establecer estándares comunes y metas de seguridad, permitiendo una detección temprana de incidentes y un procedimiento transparente para su resolución.
