«La seguridad física y la seguridad lógica deben ir de la mano para lograr una protección integral de los sistemas y los datos». Así lo asegura Marisol Diana Valiente, directora de Seguridad de la Universidad de Alicante, quien no duda en puntalizar que «la digitalización y la tecnología son factores clave para mejorar la protección en los centros universitarios, tanto en el ámbito físico como en el lógico».
Durante esta entrevista con Cuadernos de Seguridad, la directora de Seguridad de la Universidad de Alicante aborda, entre otros aspectos, la necesidad de vincular a la comunidad universitaria en la importancia de la seguridad.
— Actualmente, ¿cuáles son los puntos básicos en los que se basa la estrategia de Seguridad de la Universidad de Alicante?
La Universidad de Alicante, como entidad que presta un servicio público de educación superior mediante la investigación, la docencia y el estudio, se encuentra en continua expansión, modernizando sus instalaciones, construyendo nuevos edificios y adaptando otros a diferentes áreas de experimentación y trabajo.
Es por ello que algunos de los puntos más importantes de la estrategia actual sea la prevención y protección del personal que forma parte de nuestra comunidad universitaria, proporcionando una formación continua y adecuada, dependiendo del colectivo al que se pertenezca, para que en situaciones de emergencia se sepa actuar y con ello minimizar las posibles consecuencias.
Otro punto muy importante y en el cual se está trabajando, es en la protección de los edificios, zonas comunes y de estacionamiento, actualizando los medios técnicos existentes con nuevos sistemas de video análisis.
Claves para garantizar la seguridad
— Los recintos universitarios se caracterizan por la singularidad en sus instalaciones, perfil diferente de usuarios –profesores, alumnos, personal técnico, amplitud de instalación, etc. ¿Cuáles son las claves actuales para garantizar la protección de este tipo de recintos?
Así es, un campus universitario básicamente es un gran espacio común entre instalaciones destinadas a diferentes actividades, donde conviven estudiantes de todas las edades y nacionalidades, con personal docente e investigador, de administración y servicios, personal de empresas externas y también deportistas y visitantes de fines de semana. Por lo tanto, las principales claves para garantizar la seguridad en el recinto son la adecuación, la unificación y la coordinación.
La adecuación debe darse a cada tipo de instalación mediante su análisis de riesgos, es decir, del estudio pormenorizado de cada edificio, ya que cada uno posee unas características especiales en base a la actividad que se realiza en él, su tamaño, aforo, ubicación dentro del campus, etc., por lo que los sistemas, la formación del personal y los protocolos de emergencia deben estar adaptados a cada caso.
Es necesaria la definición de unos procedimientos específicos y suficientemente claros, para que tanto el personal interno como externo sepa actuar y moverse con seguridad por el campus. Esta información y sus protocolos están unificados y centralizados en el Centro de Control, así como coordinados por el propio departamento de Seguridad.
— ¿Cuáles son los principales desafíos a los que tiene que hacer frente hoy en día un responsable de Seguridad de un gran centro universitario?
Creo que los desafíos en materia de seguridad a los que se tiene que hacer frente hoy en día en un gran centro universitario no difieren demasiado del resto de sectores, ya que en todos se tiene como máxima la protección de las personas, los bienes y la información.
Aunque señalaría como los dos desafíos principales y como gran lacra de nuestra sociedad, a la que la Universidad tampoco es ajena, el acoso y la violencia de género, por ello en la Universidad existen unos protocolos que se activan en el momento en el que se tiene información de ello.
Destacar la importancia de la seguridad social y el bienestar de la comunidad universitaria, así como la prevención y gestión de conflictos, haciendo especial hincapié en garantizar la seguridad física en las instalaciones, la prevención y respuesta ante emergencias, pero también la protección de los sistemas informáticos y las redes de comunicación, la seguridad jurídica y el cumplimiento de la normativa y los protocolos en materia de protección de datos, la seguridad académica, fomentando la calidad y la excelencia en la docencia y la investigación.