«La coordinación de todas las recomendaciones de seguridad en el seno del departamento, es una de las claves para una seguridad satisfactoria en un centro hospitalario», así lo asegura Toni Ponce, responsable de Seguridad y comunicaciones del Hospital Universitari Son Espases, de Palma de Mallorca, en una entrevista en la que además explica las funciones que lleva a cabo el departamento de Seguridad, los equipos y sistemas instalados, …en esta instalación hospitalaria.
¿Cuáles son las funciones específicas que lleva a cabo el departamento de Seguridad del Hospital Universitari Son Espases del que usted es su responsable? ¿Cómo está estructurado?
—El departamento que dirijo tiene la misión de garantizar la seguridad de las personas (usuarios, personal sanitario, resto de funcionarios, trabajadores externos…) y los bienes, ya sean hospitalarios, de empresas o de los grupos humanos que se mueven en torno a los servicios que presta el hospital.
Al tratarse de un departamento de creación muy reciente su organigrama está aún en construcción.
En el antiguo hospital de Son Dureta, del que nos trasladamos a finales de 2010, había cuestiones de seguridad dispersas en diferentes áreas: la vigilancia dependía del responsable de Personal Subalterno; las identificaciones y acreditaciones eran cosa del departamento de Recursos Humanos; las alarmas de incendio se gestionaban desde la centralita de comunicaciones; muchos protocolos estaban hechos desde el punto de vista interno de cada departamento… El nuevo centro de Son Espases ha supuesto un cambio cualitativo muy importante, pues se ha aprovechado la mudanza para introducir una reorganización de toda la actividad hospitalaria y eso ha hecho posible también nuestro nacimiento. Se ha abierto un espacio para la gestión privada por medio de la concesión administrativa de algunos servicios, y la Dirección ha apostado por agrupar todas las cuestiones de seguridad dentro de este departamento de nueva creación, que nace con el mandato de aprovechar y reorientar recursos ya existentes para no incrementar los costes. Hoy por hoy, avanzamos coordinando el esfuerzo de voluntariosos colaboradores pertenecientes a diferentes ámbitos del hospital (jurídico, administrativo, vigilancia…).
En lo que a trabajo se refiere, en nuestro primer año de vida hemos venido desarrollando una ingente labor que se materializa en la elaboración de nuevas normativas de seguridad adaptadas al nuevo recinto. También hemos estudiado los riesgos y hemos propuesto a la Dirección protocolos de seguridad relacionados, por ejemplo, con el apoyo en tierra al traslado de pacientes en helicóptero, la protección de la identidad de los pacientes en determinadas circunstancias o planes de atención sanitaria a altos mandatarios. En todos los casos hemos puesto el acento en asegurar una adecuada coordinación entre los diferentes estamentos que deben trabajar juntos para solucionar las incidencias y ofrecer un servicio a la altura de lo que nos demandan los ciudadanos.
Actualmente, estamos implementando el sistema de acceso mediante tarjeta inteligente, que dará al hospital un plus de seguridad añadido, y regulará la entrada y salida de las zonas más sensibles de los casi 5.000 trabajadores que desempeñan aquí su labor.
—A grandes rasgos, ¿podría indicarnos los medios y medidas de seguridad con que cuentan las instalaciones del Hospital Universitari Son Espases?
—No sería justo pasar por alto que, sin duda, lo mejor que tenemos es un equipo humano comprometido que cree en el valor de su trabajo y se involucra cada día en las cuestiones de seguridad más allá de lo exigible. Gracias a su profesionalidad, hemos podido superar todas las incidencias que nos ha planteado el complejo arranque de un macrocentro hospitalario como éste. Ellos han sabido extraer a los medios técnicos de que disponemos todo su potencial para ponerlo al servicio de la seguridad común, y eso que no siempre se ha trabajado en las mejores condiciones.
En cuanto a esos medios técnicos, contamos con un completo centro de control gestionado por el equipo de vigilancia, en el que se coordina la información que llega del Circuito Cerrado de Televisión (que cubre las zonas comunes del hospital con alrededor de 150 cámaras), la comunicación telefónica de incidencias, el préstamo de llaves y la gestión informatizada de las alarmas de incendio y averías recogidas por las 16 centralitas de alta tecnología que tenemos repartidas por todo el complejo.
Además, hay dispositivos de alarma específicos en zonas como el pabellón de psiquiatría, y botones antipánico en la zona de urgencias, ambas con circuitos propios de televisión al servicio exclusivo del personal sanitario del área como apoyo a su labor y para salvaguardar la intimidad de los pacientes.
También contamos con detectores de presencia en zonas sensibles como las áreas de gestión y administrativas que, al estar asociados al CCTV, avisan al operador en caso de alarma y conectan la imagen de lo detectado en pantalla. Todos estos medios se complementarán con un grado más de seguridad cuando terminemos de implantar el acceso mediante tarjeta inteligente del que hablaba con anterioridad.
Por otra parte, el diseño del centro también nos ha aportado diferentes ventajas estructurales que han supuesto una mejora en nuestro campo. Por ejemplo, en urgencias de adultos se dispone de unos boxes especiales destinados a la atención médica individualizada de detenidos por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y pacientes en riesgo por crisis psiquiátricas, y la zona de consultas externas también cuenta con una sala de espera exclusiva para detenidos por la Fuerza Pública.
Desde un punto de vista netamente técnico, existen sistemas de alarma especiales que controlan el almacenaje y uso de gases medicinales, sondas de control de temperatura inteligentes -en los ultracongeladores del edificio de investigación- que funcionan asociadas a un sistema de aviso telefónico automático en caso de incidencia, y otros adelantos habituales en recintos tan modernos y tecnológicamente avanzados como éste.
—¿Qué riesgos y problemas se encuentra el responsable de Seguridad en el desempeño de sus funciones en un gran centro hospitalario como es el Hospital Universitari Son Espases?
—Los centros hospitalarios son como pequeñas ciudades. En ellos se da un nivel de complejidad, en todos los sentidos, que va a determinar la mayoría de riesgos y problemas a los que nos tenemos que enfrentar.
Hay una «Complejidad Estructural», porque suelen existir diferentes edificios y diferentes zonas dentro de cada edificio en las que se llevan a cabo tareas diversas; hay vías de acceso, circulación interior y movimiento masivo de personas y vehículos, así como áreas restringidas por cuestiones técnicas, biológicas o de trabajo… Se da también una «Complejidad Humana», porque existen diferentes grupos de personas (funcionarios, usuarios, trabajadores externos…) que coinciden en el centro y cuyos intereses y objetivos entran a veces en conflicto. Hay que contar además con una «Complejidad Organizativa y Funcional» de la institución, que en nuestro caso, con la entrada en escena de la gestión privada de algunos servicios, ha aumentado el número de interlocutores cuyo afán hay que conciliar.
El departamento de Seguridad del hospital se enfrenta a esta complejidad buscando que el pulso diario de la institución sea constante por medio de un trabajo de planificación y prevención, que nos lleva a tener el mayor número de procesos previstos y tareas protocolizadas. Y para los momentos de crisis que se pueden presentar puntualmente contamos con el buen hacer de un equipo humano curtido en la experiencia y un nivel resolutivo digno de mención.
—¿Cuáles considera que son los elementos fundamentales a la hora de plantear una seguridad integral en un hospital?
—El objetivo de controlar de manera integral todos y cada uno de los aspectos relacionados con la seguridad en el universo hospitalario desborda sin duda las expectativas que se pudieran poner en un departamento como el que dirijo, con un presupuesto y una dotación de personal limitados. Por eso, más que como un ente omnipotente en la vida del hospital, observo el departamento de Seguridad como un agente con iniciativa que además es el catalizador necesario en el que convergen, se organizan y coordinan entre sí las iniciativas de seguridad de otros departamentos, en aras de la seguridad común.
Esta concepción quedará más clara si pensamos en conceptos como seguridad informática, protección de datos personales, riesgo biológico…, con los que todos estamos hoy en día familiarizados.
Si bien todos ellos constituyen distintas facetas de la seguridad hospitalaria, no es menos cierto que sólo entran dentro de los cometidos y quehaceres cotidianos del departamento de Seguridad parcialmente, ya que existen otros departamentos (entiéndase Informática, Documentación, Laboratorio…) que ya disponen de una dotación presupuestaria y un personal aleccionado en las medidas de seguridad que se deben aplicar.
El departamento de Seguridad debería pues conocer dichas medidas para establecer una coordinación con los planteamientos de seguridad del resto de departamentos, y establecer los protocolos que nos van a ayudar a garantizar la seguridad común de todos.
Además de esa posición central del departamento, una visión integral de la seguridad en un entorno como el hospitalario pasaría, desde mi punto de vista, por reforzar la cultura de la seguridad entre personal, usuarios y empresas.
Cada persona que acude al hospital, sea su objetivo trabajar o ser atendido, debe asumir que hay unas obligaciones ineludibles que complementan los derechos que le asisten. El principio básico sería tener claro que nos encontramos en una institución en la que se trabaja por recuperar y mantener la salud de las personas, y para ello es necesario el respeto a las normas básicas del centro, los horarios, prohibiciones emanadas de la dirección, recomendaciones del personal, obligatoriedad de estar identificado, respeto al descanso y recuperación de los enfermos, obligación de informar con previsión (en el caso de las empresas) del personal que va trabajar, zonas a las que debe acceder, labores que se van a llevar a cabo… para que el departamento de Seguridad estudie los riesgos y habilite medidas que puedan corregir cualquier incidencia sobrevenida.
Por desgracia, aunque parezca una obviedad, aún nos queda mucho esfuerzo por hacer antes de que podamos sentirnos satisfechos en este sentido.
—¿Cuáles considera que son las claves para una seguridad satisfactoria en las instalaciones hospitalarias?
—La coordinación de todas las recomendaciones de seguridad en el seno del departamento; la elaboración de estudios de riesgos rigurosos y protocolos eficaces que minimicen las amenazas comunes y un equipo humano y técnico especializado capaz de solventar con garantías las incidencias.
—¿Cree que la figura del director de Seguridad está totalmente integrada y reconocida dentro del entramado departamental de un gran centro hospitalario como el Hospital Unversitari Son Espases?
—Bueno, como le decía, este es un departamento de nueva creación. El hecho de que, precisamente en los tiempos de crisis que nos ha tocado vivir la Dirección haya reconocido la necesidad de crearlo ya dice mucho sobre nuestra aceptación en el organigrama del hospital. Pero somos conscientes de que prácticamente echamos a andar ayer, por lo que aún nos queda mucho camino por hacer y mucho peso específico que ganar.
Estamos convencidos de que la seriedad de nuestros planteamientos será la mejor herramienta para conseguirlo.
—Tras más de dos años de crisis económica, ¿cómo cree que está afectando al sector de la Seguridad? ¿En que aspectos está teniendo una mayor repercusión en el ámbito de la seguridad en centros hospitalarios?
—En nuestro caso, la crisis ha coincidido de lleno con el traslado al nuevo hospital y la creación del nuevo departamento de Seguridad. La grave situación económica actual no nos es ajena, por eso no sería honesto negar que nos ha afectado, aunque tengo que aclarar que lo ha hecho de diferentes maneras.
Para empezar, ha tenido una importancia crucial en la concepción del modelo del nuevo departamento, que como ya indiqué, ha nacido bajo la premisa de no incrementar los costes y captar aportaciones de diferentes ámbitos. Eso nos ha obligado a desarrollar un esfuerzo extra para echar a andar, pero logro tras logro, el esfuerzo inicial está dando sus frutos. Me gustaría decir que hemos desarrollado fórmulas imaginativas para hacerlo, pero en realidad lo único que hemos hecho ha sido trabajar más para sacar adelante un concepto nuevo. En ese aspecto, la crisis ha resultado todo un estímulo.
Por otra parte, la nueva realidad que hemos alumbrado nos presenta un modelo de gestión de la seguridad que se ha externalizado, y que ahora depende de una concesión administrativa, aunque sigue vinculado al hospital a través del departamento.
Entiendo que, en este escenario más complejo, aspectos técnicos y económicos han influido a la par, retrasando la puesta en marcha de sistemas de seguridad que nos hubiese gustado tener en funcionamiento desde el primer momento (como el acceso por medio de tarjeta inteligente).
Por fortuna, contamos con un equipo humano que ha sabido encontrar alternativas para superar las limitaciones técnicas, casi siempre con un plus de compromiso y con más capacidad de trabajo, algo que debería ser tenido en cuenta como el mejor de los activos por quienes toman las decisiones de gestión.
