El panorama empresarial europeo está experimentando una transformación significativa gracias a la adopción de la inteligencia artificial en sistemas de videovigilancia. Según un estudio reciente de Western Digital, que encuestó a más de 1.300 compañías en España, Reino Unido, Países Bajos, Alemania, Italia y Francia, el 46% de las organizaciones europeas reconoce que la IA está influyendo positivamente en sus sistemas de videovigilancia, optimizando así sus operaciones comerciales.
Datos del informe de Western Digital
La evolución hacia soluciones inteligentes es evidente en el creciente interés por el «Smart Video Analytics», una tecnología avanzada que procesa y analiza datos de vídeo para generar insights comerciales valiosos. De hecho, el 25% de las empresas europeas planea adoptar esta tecnología en el próximo año.
En el panorama actual de la videovigilancia empresarial, un notable 49% de las empresas ya cuenta con sistemas de vigilancia, lo que destaca la importancia creciente de la seguridad en el ámbito corporativo. Estos sistemas no solo están presentes, sino que se diversifican en cuanto a la gestión de datos, con un equilibrio casi perfecto entre el almacenamiento en la propia cámara (48%) y en sistemas externos (47%). Esto refleja una tendencia hacia soluciones de almacenamiento flexibles y adaptables, enfocadas en maximizar la eficiencia y la seguridad de los datos recopilados.
Los usos más comunes de estos sistemas incluyen la investigación de incidentes (35%), que es crucial para la resolución y prevención de conflictos internos y externos, la seguridad y prevención de robos (30.53%), una prioridad en el entorno empresarial actual, y el control de la salud y la seguridad de los empleados (25%), lo que demuestra un compromiso con el bienestar y la integridad del personal.
Al seleccionar sistemas de video inteligentes, las empresas priorizan factores clave como la calidad de video de alta resolución (25%), imprescindible para una vigilancia efectiva y detallada, la conectividad de alta velocidad (26%) para asegurar la transmisión y el acceso ininterrumpidos a los datos, y opciones de almacenamiento de datos (21.6%) que se adaptan a las necesidades específicas de cada organización.
Por otro lado, el gasto anual en videovigilancia muestra una variación significativa, con un 11.5% de las empresas invirtiendo menos de 10.000 euros, lo que sugiere soluciones de seguridad más asequibles y accesibles, mientras que un 13% invierte entre 100.000 y 500.000 euros, indicando un compromiso substancial con sistemas de videovigilancia de alta gama y avanzada tecnología. Dichos datos revelan un panorama diverso en términos de inversión y adopción de tecnologías de seguridad, reflejando las diferentes escalas y necesidades dentro del tejido empresarial.
Cámaras inteligentes y almacenamiento de alta capacidad
Los datos recopilados en el informe subrayan la importancia de una infraestructura tecnológica avanzada en el entorno empresarial. Darragh O’Toole, director de marketing de Producto de Western Digital en Europa, destaca que, «actualmente, las cámaras no sólo graban en 4K y ofrecen múltiples transmisiones de video, sino que también admiten análisis de datos en tiempo real gracias a los chips de inteligencia artificial integrados en los dispositivos».
El 50% de las empresas europeas almacenan datos en el edge, lo que impulsa la necesidad de soluciones de almacenamiento de alta capacidad y resistencia, especialmente para tareas de seguridad.
En el sector retail, las cámaras inteligentes son cruciales para la prevención de robos, el análisis de salud y seguridad de los empleados, y para optimizar la experiencia del cliente. La recopilación de datos en el «Edge», como alertas en tiempo real y mapas de calor, se está volviendo esencial para el negocio, aumentando la necesidad de soluciones de almacenamiento confiables y duraderas.
Finalmente, el informe subraya la importancia de adaptar y escalar los sistemas de almacenamiento para satisfacer las crecientes necesidades de capacidad y escalabilidad, con el 53% de las empresas europeas prefiriendo una capacidad de almacenamiento de entre 13 y 22 TB.