La evolución tecnológica implacable avanza hacia un nuevo hito en 2024, cuando las redes 2G y 3G se apaguen en diversas partes del mundo. Este proceso, destinado a dar paso a generaciones más avanzadas de tecnología móvil, presenta un desafío crítico que amenaza con dejar a miles de alarmas desconectadas en hogares y empresas.
En este artículo, exploraremos el impacto del próximo apagón de estas redes en la industria de la seguridad, destacando los desafíos que enfrentan tanto los proveedores de alarmas como los usuarios, y las soluciones que se están implementando para garantizar la continuidad de los servicios de seguridad en la era de las redes de próxima generación.
El apagón del 2G y 3G afectará a sistemas de alarma
El ocaso de las redes 2G y 3G plantea desafíos particulares para ciertos dispositivos, y uno de los sectores más afectados es el de la seguridad. En España este proceso ha experimentado retrasos significativos, pasando de una fecha inicialmente programada para finales de 2020 a un horizonte que se extiende hasta 2024. Sin embargo, el tiempo sigue avanzando y el fin de estas redes se acerca inexorablemente.
El 2G y 3G fueron la opción preferida para las alarmas residenciales y comerciales debido a su menor costo y disponibilidad en los primeros años del 2000, cuando no había alternativas viables. En aquel entonces, las redes cableadas se convirtieron en la elección predominante para la seguridad en hogares y negocios, ya que ofrecían una solución confiable y asequible en un momento en que las tecnologías inalámbricas todavía estaban en desarrollo y no habían alcanzado la madurez necesaria para competir de manera efectiva. Su capacidad para transmitir señales de alarma de manera consistente y su resistencia a las interferencias las convirtieron en la elección lógica para garantizar la protección de propiedades y activos.
En conversación con el periódico El Independiente, la multinacional Alarm.com señala que la transición hacia las redes 4G/LTE y futuras generaciones afectará a «miles de sistemas de seguridad, que están instalados en locales residenciales y comerciales y utilizan radios y redes celulares 2/3G». Desde la compañía aclaran además que “es fundamental que, especialmente los sistemas de seguridad heredados, se actualicen a redes LTE si utilizan conectividad celular”.
Transición y clausura de las redes 2G y 3G en Europa
El sector de las telecomunicaciones se encuentra en mitad de un proceso de apagado de tecnologías móviles más obsoletas (2G y 3G) para poder abordar el despliegue de las redes 5G, según los objetivos para la digitalización europea.
El estudio de Análisis de Ciclo de Vida en Soluciones de Conectividad realizado por Telefónica España deduce que, en comparación con el cobre, la fibra óptica reduce el impacto ecológico por petabyte de datos en un factor de 18, y disminuye dicho impacto en un factor de 5 por cada conexión. Además, cuando se compara con las tecnologías 2G/3G, el informe destaca que el efecto ambiental tanto por conexión como por petabyte de datos de las redes 4G y 5G es más de siete veces inferior.
Por otro lado, el medio AZ ADSL Zone señala que la Comisión Europea aún no ha dado su aprobación para que el sistema NG eCall, compatible con las redes 4G y 5G, reemplace al actual. «Se lleva retraso a este respecto y esto puede suponer un problema para los operadores», avisan desde AZ ADSL Zone.
Desafíos para la Seguridad
Por lo que se refiere a la industria de la seguridad, el proceso de actualización de las redes no es tan sencillo como parece. Muchos dispositivos de seguridad utilizan tecnologías más antiguas, lo que complica su transición a las redes de próxima generación. A medida que se acerca la fecha límite, la demanda de hardware y software que permita mantener las alarmas actualizadas ha experimentado un fuerte aumento.
El desafío de la transición tecnológica está impulsando acuerdos entre empresas de telecomunicaciones y compañías de seguridad, que buscan garantizar que los sistemas de seguridad se actualicen de manera efectiva para seguir protegiendo a los clientes en la era de las redes de próxima generación. En última instancia, el apagón de las redes 2G y 3G representa un hito en la evolución tecnológica que requiere una respuesta rápida y efectiva por parte de la industria de la seguridad para mantener a salvo a la sociedad en un mundo cada vez más conectado.