Los centros comerciales se han convertido desde hace ya tiempo en el nuevo foco de ocio de personas de todas las edades. De hecho, los sociólogos explican que estos espacios han sustituido la tradicional función que tenían históricamente las plazas de los pueblos: un lugar de reunión de la gente, donde se convive y se desarrollan diferentes actividades.
Efectivamente, un centro comercial es un recinto al que vamos a comprar, por supuesto, porque hay todo tipo de oferta de tiendas, pero al que también acudimos para pasear, comer, ir al cine, disfrutar de espectáculos… Eso convierte a estos espacios en entornos con un flujo constante de personas y vehículos, que se cuentan por miles un día cualquiera de la semana. Y cuando esto ocurre, la tecnología asume un papel muy importante en ámbitos como la seguridad, el control de aforos, la eficacia de gestión de los espacios o incluso la rentabilidad de los negocios.
La utilización de cámaras provistas de Inteligencia Artificial y algoritmos de Deep Learning se ha convertido en un elemento diferencial a la hora de gestionar centros comerciales. En primer lugar, dotan a la infraestructura de la máxima seguridad. Para ello, es importante diseñar un proyecto específico, con la instalación de cámaras que permitan controlar todos los accesos, y también ofrecer visibilidad de todos los rincones de las instalaciones, sin dejar espacios fuera de foco.
La capacidad de grabación y la búsqueda inteligente de imágenes hacen el resto, porque ante cualquier incidencia, se puede saber lo que ha ocurrido en cualquier punto. Por ejemplo, si ha desaparecido un bolso que estaba sobre una mesa, tenemos la opción de visualizar el momento de la sustracción, lo que ayuda a encontrar a la persona responsable.
Gestión de aparcamientos en centros comerciales
En el caso de los aparcamientos, si se produce un siniestro o un robo, también es posible encontrar el momento en que se ha producido y comprobar exactamente qué ha ocurrido y quién ha sido el responsable.
De hecho, cada vez son más las ocasiones en las que las imágenes almacenadas en los grabadores de un centro comercial ayudan a la policía a esclarecer un robo o a las compañías de seguros a saber quién es el culpable de un golpe en un aparcamiento, por hablar de dos situaciones cada vez más habituales.
Un segundo ámbito en el que las cámaras aportan un valor diferencial es la gestión del parking. Los dispositivos de reconocimiento de matrícula y los sistemas que indican si una plaza está libre ofrecen funcionalidades muy interesantes. Para empezar, permiten la gestión del parking sin necesidad de utilizar el ticket de papel, el pago se puede gestionar a través de tarjeta de crédito vinculada a la matrícula del coche.
Por otro lado, el sistema de guiado lleva al conductor hacia donde hay plazas libres, sin necesidad de dar vueltas y perder el tiempo buscando aparcamiento. Además, el coche queda perfectamente localizado, de forma que cuando el usuario vuelve tras una estancia larga en el centro comercial, y no recuerda el lugar en el que dejó el coche, existe un sistema que, mediante el tecleo de la matrícula del vehículo, indica dónde se encuentra y cuál es el camino más rápido para llegar a él.
Finalmente, existe una funcionalidad muy específica que está generando un enorme valor añadido para los centros comerciales que la han implantado: los informes de business intelligence, es decir, la capacidad que tienen estas cámaras de generar datos sobre las personas y sus hábitos, y el posterior análisis de esa información.
Es decir, las cámaras nos pueden facilitar datos muy interesantes sobre cuánta gente accede al recinto, a través de qué accesos, a qué horas, cuál es el nivel de ocupación en cada franja horaria según el día de la semana, e incluso cuál es el perfil predominante de cliente en cada momento.
