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La profesionalización del hurto, un problema real para los centros comerciales

Leandro Fernández
Responsable de Prevención de la Pérdida Desconocida de AECOC

«Cada día será un día de compras perfecto». Con este edulcorado eslogan abría sus puertas, el 8 de octubre de 1956, Southdale Center, el primer centro comercial de la historia. Una declaración de principios que define uno de los formatos de más éxito para el retail. Los centros comerciales constituyen un ecosistema en sí mismo en los que, en unos pocos metros, los consumidores pueden comprar todo tipo de productos, pasar su tiempo de ocio o, simplemente, pasear.

La paradoja es que este mismo ecosistema también es un escenario ideal para los profesionales del hurto. Y digo “profesionales” porque las estadísticas nos indican que son los perfiles más habituales. Según los datos del Estudio sobre Pérdida en la Distribución Comercial, realizado por AECOC en colaboración con Deloitte, el 86% de las empresas identifica a individuos reincidentes de carácter profesional como el perfil delictivo más habitual, mientras que el 48% también se ve afectado por la actuación de bandas organizadas. Los robos por parte de individuos que cometen hurtos de forma esporádica, en cambio, afectan al 38% de los comercios.

En un entorno como el de los centros comerciales, el “amigo de lo ajeno” tiene, en un espacio limitado, decenas de comercios entre los que elegir y moverse, centenares de personas entre las que pasar desapercibido y un puñado de salidas que tiene estudiadas por si las cosas se tuercen para sus intereses.

El impacto de los robos en los comercios es notable. Si lo traducimos en términos monetarios, la pérdida desconocida para los comercios españoles en 2021 fue de 1.515 millones de euros, lo que representa un 0,75% de la facturación del sector. De este montante, el 54% se corresponde al hurto externo.

Si bajamos al detalle, el 70% del hurto tiene un valor de más de 50 euros. Por tanto, productos con salida en mercados secundarios. Y en el listado de los comercios más afectados por la actividad delictiva encontramos establecimientos de artículos deportivos, cosmética, perfumería y textil. Sectores muy presentes en los centros comerciales.

Hurto, un problema reputacional para los centros comerciales

Más allá de las graves afectaciones económicas que genera, el hurto profesional también puede ser un problema reputacional de primera magnitud para los centros comerciales. Como decía el eslogan de Southdale Center, estos espacios ofrecen jornadas de compras perfectas, y la seguridad es un elemento esencial para cumplir esta promesa.

Ningún director de centro comercial se muestra tranquilo ante la amenaza de que su espacio se convierta en un punto atractivo para el hurto profesional, no solo por la amenaza que supone para el negocio de los establecimientos que están instalados, sino porque pone en riesgo la instalación de nuevos comercios y puede alejar a los consumidores.

Ante potenciales riesgos para los negocios, la respuesta suele empezar desde la inversión. La prevención de la pérdida desconocida no es una excepción: el 90% de los comercios afirman que en 2021 igualaron o incrementaron su gasto en seguridad.
Ahora bien, ¿qué medios utilizan las empresas para esta prevención del hurto? Nueve de cada diez cuentas con cuadros de mando y sistemas de videovigilancia. En cambio, son una minoría los que han empezado a trabajar con softwares antifraude o programas de analítica avanzada basada en inteligencia artificial o modelos predictivos.

Obviamente, las últimas tecnologías son las menos maduras y, por tanto, las que tienen un mayor recorrido a la hora de entrar en la realidad empresarial. Igualmente, el sector debe entender que los datos que obtenemos a través de la tecnología generan información muy relevante que permite atajar de manera efectiva la pérdida desconocida.

Junto al avance en los sistemas de prevención, el comercio en general, y los centros comerciales en particular, siguen avanzando en protocolos de actuación disuasivos. El mejor ejemplo es la aplicación del protocolo de denuncias in situ, que en sus primeros años de aplicación ha resultado en una tasa de éxito superior al 90% en la formalización de denuncias y cerca de un 80% en la celebración de juicios rápidos.

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Responsable de Prevención de la Pérdida Desconocida de AECOC

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