Todos hemos oído hablar de la cámara acorazada del Banco de España, situada a 37 metros de profundidad para custodiar 5.000 lingotes y 2 millones de monedas de oro. Su ingeniería espectacular cuenta con varias salas dotadas de puertas de seguridad de hasta 16 toneladas y dos fosos que se inundarán en caso de intento de robo.
La ingeniosa solución del Banco de España es un unicum y no representa el estándar constructivo de todas las cámaras acorazadas, aunque muestra un aspecto común: ha sido creada para ofrecer la máxima seguridad frente a posibles robos.
Diferentes negocios requieren extremar las medidas de seguridad debido a su actividad. Por ello, utilizan una cámara acorazada para proteger dinero o mercancía, con soluciones de máxima seguridad que presentan una importante complejidad estructural gracias a la integración de varios elementos, siendo algunos establecidos por la normativa vigente.
¿Qué es una cámara acorazada?
Las cámaras acorazadas son recintos construidos para proteger cualquier instalación que requiera un alto nivel de seguridad, según la normativa, utilizando armadura torsionada de hormigón o paneles prefabricados.
Los expertos de Ferrimax, empresa con cuarenta años de experiencia en el sector de la seguridad física, destacan la necesidad de seguir las indicaciones de la norma EN 1143-1 «con grados de resistencia al robo que van del II al XIII», apuntando que para las cámaras acorazadas de las entidades de crédito la normativa exige mínimo el grado VII.
Puerta acorazada y trampón de emergencia
Las cámaras acorazadas se componen de varios elementos que conforman su seguridad y en algunas circunstancias son de obligada instalación según la normativa, como es el caso de la puerta acorazada. Dicho elemento debe mantener el mismo grado de seguridad que las paredes (de II a XIII) para proporcionar la oportuna protección contra el robo.
Estas puertas ofrecen un sistema de acceso eficiente, permitiendo la apertura remota y con doble comprobación, además de estar «preparadas para aceptar un máximo de 5 cerraduras, que pueden ser mecánicas (de llave o combinación) o electrónicas, pero todas certificadas bajo la norma EN 1300», según aclaran los expertos de Ferrimax.
Por otro lado, el trampón de emergencia no es obligatorio por la ley, siendo un elemento opcional que se utiliza como puerta de emergencia en cámaras acorazadas y espacios de máxima seguridad. Se puede instalar en la propia puerta acorazada o integrado en un panel de la pared de la cámara, con mínimo el grado VII de resistencia al robo según la norma EN 1143-1.
Reja de seguridad, paneles y otros elementos
Instaladas tras las puertas o en los accesos a los pasillos de ronda, las rejas añaden un nivel adicional de seguridad en el acceso de las cámaras. Si la puerta acorazada lleva un trampón de emergencia integrado, la reja también deberá llevarlo para permitir el uso independiente de ambas puertas.
Por su parte, los paneles reforzados están fabricados con chapa de acero rellenados con armaduras y composites de alta resistencia, para su instalación en paredes, suelo y techo. Además, se utilizan para reforzar cámaras existentes y adquirir el grado de seguridad exigido por la normativa.
En los paneles de las cámaras acorzadas se instalan rejillas de ventilación y pasa-instalaciones, que aseguran el flujo de aire y las conexiones eléctricas desde el exterior. Su construcción se ejecuta conformemente al grado de resistencia del panel acorazado.
Almacenamiento y pasillos en una cámara acorazada
Dentro de muchas cámaras se encuentran compartimentos reforzados, que permiten a los usuarios disponer de un espacio propio donde almacenar sus bienes. Estos elementos están certificados contra el robo según la norma UNE 108115.
En muchos casos, las cámara incluyen unos pasillos construidos con paredes adicionales. Estos elementos estructurales tienen máximo 60 cm de anchura para permitir la circulación alrededor y conseguir una mejor vigilancia para la cámara acorazada, cerrando su acceso por ambos extremos con una reja de seguridad.
