José Ignacio Jiménez del Castillo, director de Relaciones Institucionales de Securitas Direct.
Hoy en día vivimos en una sociedad en la que la cultura de la protección personal y social se ha visto incrementada en amplios ámbitos y sectores de la sociedad. Esto quiere decir que tenemos más conciencia de los posibles riesgos y nos dotamos de protección. Y es precisamente ese aumento el que actúa como elemento disuasorio frente a la acción delictiva.
En el contexto actual en el que vivimos, los factores que han provocado necesidad de protección personal han sobrevenido a raíz de la pandemia y la inestabilidad económica internacional, convirtiéndola en una necesidad básica para la población en España.
A la hora de abandonar nuestros hogares durante un tiempo prolongado, como pueden ser las vacaciones de verano, vemos cómo esta necesidad se ve incrementada y que la activación de medidas disuasorias para intrusos y ladrones se multiplica.
Además, a pesar de que el número de robos con fuerza es bastante lineal a lo largo de todo el año, aumentan ligeramente durante el periodo estival y se concentra en grandes núcleos urbanos y a las afueras de las ciudades.
Ante esto, la clave está en anticiparse y tomar medidas para evitar posibles intrusiones y robos en viviendas o negocios, siendo necesarias tanto para períodos cortos como ausencias más prolongadas, ya que la vulnerabilidad de las instalaciones se debe, principalmente, a dos motivos: la habitabilidad, ya que los intrusos buscan instalaciones que estén vacías; y la accesibilidad, aquellas que cuentan con mayores puntos de acceso como puertas y ventanas.
En este sentido, cabe destacar que desde Securitas Direct combinamos la innovación tecnológica con el mejor equipo humano y profesional para evitar posibles intrusiones y poder dotar de calma y seguridad a nuestros clientes. Además, la constante colaboración entre seguridad pública y privada con la que contamos nos dota de mayor garantía y capacidad de protección.
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