La recién concluida COP28 en Dubai pasará a la historia como un punto de inflexión en la lucha contra el cambio climático. A lo largo de los años, las conferencias de las Naciones Unidas sobre el clima han sido escenario de debates, acuerdos y desacuerdos, pero esta vez, el mundo ha presenciado un «acuerdo histórico» que pone en marcha la eliminación gradual de los combustibles fósiles.
«Se trata de un plan equilibrado que aborda las emisiones, salva las distancias en materia de adaptación, reimagina la financiación mundial y se ocupa de las pérdidas y los daños», declaró el Sultán Ahmed Al Jaber, presidente de la COP28.
Un llamado urgente a la acción
El acuerdo de la COP28 representa un giro significativo en la política climática internacional. Por primera vez en la historia de estas conferencias, se ha hecho un llamado explícito a abordar la principal causa de la crisis climática: los combustibles fósiles.
La temperatura global se encuentra actualmente en un incremento crítico de 1.2 grados Celsius, y el aumento de los desastres climáticos está afectando a comunidades de todo el mundo. El hecho de que la COP28 haya llegado a un acuerdo sobre este tema fundamental es un reconocimiento claro de la urgencia de la situación.
«A aquellos que se opusieron a una referencia clara a la eliminación progresiva de los combustibles fósiles en el texto de la COP28, quiero decirles que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es inevitable, les guste o no. Esperemos que no llegue demasiado tarde», afirmó el Secretario General de la ONU, António Guterres.
El texto del acuerdo destaca la necesidad de reducciones profundas, rápidas y sostenidas de las emisiones de gases de efecto invernadero, en línea con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius, tal como se estableció en el Acuerdo de París en 2015. Además, el nuevo tratado insta a los países a acelerar medidas durante la próxima década crítica, con el objetivo final de alcanzar una reducción neta de cero emisiones para el año 2050.
Implicaciones para la industria y los inversores
El acuerdo de la COP28 envía una señal contundente a las industrias y a los inversores en todo el mundo. El petróleo, el gas y el carbón, que han sido pilares de la economía global durante décadas, ahora se ven amenazados por la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.
Según informa el periódico Euronews, Mark Campanale, fundador y director de Carbon Tracker, advierte: «Los cientos de miles de millones invertidos en la expansión de los combustibles fósiles parecen considerablemente más arriesgados». En efecto, las inversiones en dichas fuentes de energía se están volviendo cada vez más arriesgadas, y esto podría acelerar la transición hacia las energías renovables.
Países como Arabia Saudita, grandes productores de petróleo, han luchado por evitar términos que hablen de eliminación progresiva de los combustibles fósiles. Por otro lado, las economías emergentes han exigido apoyo financiero para llevar a cabo esta transición.
«Hace dos años, Estados Unidos y China acordaron presentar actualizaciones de sus estrategias a largo plazo antes de la cumbre de Glasgow. Así lo hicimos y hoy anunciamos nuestra intención mutua de revisar y actualizar de nuevo las estrategias a largo plazo de cara al futuro», aclaró el enviado especial del clima de Estados Unidos, John Kerry.
Un impulso para las energías renovables
Dentro del acuerdo de la COP28, se destaca la necesidad de triplicar la capacidad mundial de energías renovables y duplicar la tasa de mejora de la eficiencia energética a nivel mundial para el año 2030. Esto se considera una gran victoria para los defensores de las energías limpias, definiéndose como una prioridad en todos los planes climáticos y energéticos a nivel global.
Detrás de la acción climática se encuentra la necesidad de financiarla adecuadamente. Los fondos son esenciales para ayudar a los países en desarrollo a realizar la transición hacia una economía baja en carbono, adaptarse al cambio climático y recuperarse de sus impactos.
Aunque el acuerdo reconoce la necesidad de financiamiento, expertos de todo el mundo argumentan que el lenguaje utilizado ha sido suavizado. Sin embargo, se logró movilizar una cantidad significativa de fondos adicionales en áreas relacionadas con el clima durante la COP28.
El futuro de las COP y la acción climática
La COP28 ha marcado un hito en la lucha contra el cambio climático, pero también ha resaltado los desafíos del proceso multilateral de la Convención Marco sobre Cambio Climático (CMNUCC).
Aunque se han logrado avances significativos, los especialistas en materia subrayan que es importante abordar de forma conjunta el declive de los combustibles fósiles. Nikki Reisch, directora del Programa de Clima y Energía del CIEL, señala la necesidad de «un foro dedicado al abandono de los combustibles fósiles», libre de la influencia de quienes se benefician de ellos.
En efecto, la participación pública y la presión sobre los líderes mundiales siguen siendo esenciales para lograr un cambio real y duradero en la lucha contra el cambio climático. Aunque persisten desafíos y críticas, el nuevo acuerdo refleja un cambio de paradigma en la política internacional y resalta la urgencia de tomar medidas concretas para abordar la crisis medioambiental.
La pregunta ahora es si el mundo estará a la altura de este compromiso y actuará con la rapidez y la determinación necesarias para enfrentar el desafío más apremiante de nuestro tiempo: el cambio climático.
