En una época en la que la propiedad intelectual es tan valiosa como el oro, Corea del Sur está librando una batalla para proteger sus activos más preciados. En un audaz golpe contra el robo de propiedad intelectual, las autoridades surcoreanas han acusado a un ex ejecutivo de Samsung Electronics de robar tecnología de chips ultrasecretos.
Este suceso, que implica la construcción de una planta de fabricación de chips en China con la información robada, es solo la punta del iceberg de una escalada en la guerra de la propiedad intelectual que está arrasando la industria tecnológica global.
Delito contra la seguridad de Corea del Sur
El fiscal de Corea del Sur describió el caso como «un grave delito que podría asestar un duro golpe a nuestra seguridad económica al sacudir los cimientos de la industria de chips nacional», según señala el artículo de Scott Briscoe, Content Development Director de ASIS International.
La incidencia subraya la necesidad crucial de medidas de ciberseguridad para abordar amenazas internas y proteger los secretos comerciales y tecnológicos del país. En efecto, este caso pone de manifiesto la importancia de implementar medidas eficaces para detectar y mitigar las amenazas internas, como encuestas a empleados, revisiones de seguridad en el sitio, evaluación anual del acceso de los usuarios a áreas seguras, compartir información de manera segura y proporcionar formación en seguridad.
Escalada en el espionaje industrial
Durante el último fin de semana, la policía nacional de Corea del Sur anunció la detención de 77 personas en 35 casos de espionaje industrial, lo que representa un aumento considerable en comparación con las cifras del año anterior.
Entre estos casos, se reportó que 27 involucraban fugas de tecnología entre empresas domésticas y 8 casos incluían robos de propiedad intelectual a nivel internacional.
El hecho de que el caso de mayor perfil en Corea del Sur involucre acusaciones contra China no sorprende. El país asiático ha sido señalado recientemente por la Fuerza de Tarea de Tecnologías Disruptivas de los EE. UU. como un actor especialmente agresivo y efectivo en el robo de secretos corporativos a nivel mundial.