«Los centros hospitalarios están sujetos a cualquier tipo de amenaza y contingencia», puntualiza Mario González, director de Seguridad del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid), para quien, además, la seguridad integral se ha convertido en un elemento fundamental en la gestión de la protección de los hospitales.
En esta conversación con Cuadernos de Seguridad analiza el papel de la digitalización en los procesos y protocolos de seguridad del centro sanitario.
— ¿Cómo está estructurado el departamento de Seguridad del Hospital Universitario Príncipe de Asturias del que usted es su responsable?
La figura del director de Seguridad va tomando, afortunadamente, cada vez más relevancia en el plano hospitalario. La vetusta imagen del “jefe de los vigilantes”, como era percibida esta figura, se va dejando atrás. Somos generadores de soluciones, como quedó claro durante la pandemia de la Covid-19, aunque indudablemente se debe de contar con la confianza, apoyo e interés de las gerencias y direcciones de los centros hospitalarios.
Personalmente tengo la suerte de contar con todo la implicación de la
Gerencia del Hospital Universitario Príncipe de Asturias y su equipo directivo, que son conscientes de la importancia de la seguridad de su personal, pacientes, visitantes e instalaciones.
— ¿Cuáles son los pilares básicos sobre los que se asienta la estrategia de Seguridad del centro hospitalario?
El pilar básico es garantizar la continua actividad del hospital. Nada hay más importante que el cuidado de la salud de los pacientes. La seguridad debe ser garante de que todos los medios y condiciones estén inalterados, lo que mejora indudablemente esa calidad asistencial.
Otro elemento importante es la comunicación y colaboración con los distintos servicios de hospital, sean sanitarios o no. Un hospital es una instalación compleja. Las funciones, y tiempos de cada uno, son a veces diametralmente opuestas en cada servicio, por lo que la interlocución entre ellos es base para la seguridad de todos.
Sin olvidar al, hasta hace unos meses, director del departamento de Seguridad Corporativa y equipo, actores sin los cuales es difícil entender este crecimiento en la seguridad hospitalaria.
— La digitalización está transformando la atención médica, ¿de qué manera se ha visto reflejado en los protocolos y procesos de seguridad del hospital?
La implantación del Big Data se antoja clave para todos los sectores sin ser el sanitario una excepción, que ya ha experimentado un importante progreso y más que lo va a hacer en el futuro. Se estima que el propio hogar sea el lugar más habitual para el seguimiento y cuidados rutinarios de los usuarios, dejando el hospital para emergencias y casos muy especializados.
Como con todo cambio o progreso, aparecen nuevas oportunidades de mejora en la calidad del servicio, pero indefectiblemente aparecen nuevos riesgos y amenazas, por lo que el hospital, en colaboración con su departamento de Seguridad, debe tomar las medidas oportunas, aunque cueste aceptarlas por algunos al principio. No dar acceso a los profesionales a todas las instalaciones, por ejemplo, puede generar malestar, mas no siempre seguridad es comodidad.
— Hoy en día la seguridad integral se ha convertido en un elemento fundamental en la gestión de la protección de las instalaciones, ¿cree que facilita el trabajo de los directores de Seguridad contar con los sistemas de seguridad integrados?
Sin ningún género de duda. Estos sistemas no solamente facilitan la vida del director, sino a los encargados de operar con ellos, los vigilantes de Seguridad, personal imprescindible en el día a día de un hospital. Con los tradicionales CCTV encontrar una secuencia o un frame en concreto, podía llevar horas al operador del centro de control. Ahora, con la IA embebida en las cámaras, este proceso dura muy pocos minutos, cuando no segundos. Si en zonas sensibles va acompañado por el sistema de anti intrusión y/o el sistema anti incendios, se puede ver en tiempo real lo que sucede, evitando un acto antisocial o dejando en conato una posible alarma. Ya no vale el ver a posteriori el qué, cómo o quién, sino que una alerta temprana evite que se pueda generar una incidencia grave.
