Hace unos días, The Wall Street Journal hacía eco del uso incipiente de la psicología en el ámbito de la ciberseguridad en Estados Unidos. Los científicos del Office of the Director of National Intelligence (IARPA) informan que se están adentrando en el campo de la ciberpsicología para predecir y contrarrestar el comportamiento de los atacantes. La organización estadounidense busca formas de utilizar las teorías psicológicas, estudiando cómo entender el comportamiento de los delincuentes para ser más eficaces a la hora de detenerlos.
Las últimas noticias ponen el foco en una disciplina de tendencia, fundamental para el trabajo del Cyber Profiling, una figura profesional con formación en criminología, psicología y lingüística forense, que identifica los patrones de comportamiento tanto de los atacantes como de las víctimas.
Investigaciones de Ciberpsicología
Desde la década de los setenta, el cambio tecnológico se empieza a encuadrar en estudios como Fundamentals of Cybernetics de Lerner (1972) o The Social Shaping of Technology de MacKenzie y Wajcman (1985), interesados por los efectos sociales de las innovaciones tecnológicas. Lejos de concebir la tecnología como una variable independiente, este tipo de enfoques situaban el fenómeno tecnológico en relación con problemáticas sociales más amplias.
En 1999, Ángel J. Gordo-López, codirector de la revista Teknokultura y miembro del Cibersomosaguas Research Group, publicaba un artículo dedicado de forma integral a la ciberpsicología, donde aclaraba que en la investigación se empezaba a apreciar «una creciente preocupación por el estudio de las relaciones entre la tecnología y la subjetividad, la historia de las tecnologías en el marco de la disciplina, la crisis del yo en la sociedad de la información y, entre otros temas de interés, los efectos neuropsicológicos de los multimedia, la adicción a la Internet y la fobia a los ordenadores».
En la actualidad, diferentes trabajos de investigación, como los realizados por la doctora Julie Ancis de la Universidad de New Jersey, ofrecen una visión general y una introducción a la disciplina de la Ciberpsicología. «Internet ha transformado las interacciones sociales, los patrones de comunicación e incluso nuestras identidades», aclara Arcis en la presentación de su investigación.
¿Qué es la ciberpsicología?
Se puede definir la Ciberpsicología como una área de la Psicología que estudia la relación entre las personas y el uso de la tecnología, evaluando su impacto en la conducta humana. Su objetivo es comprender y prevenir trastornos psicológicos, así como fomentar buenas prácticas en Internet. Como destacan las últimas noticias, esta disciplina se ha convertido en una herramienta importante para prevenir los ciberataques, en el análisis de las motivaciones de los hackers. La psicología social estudia qué factores nos hacen susceptibles de sufrir un ciberataque, y cómo reforzar nuestras defensas online.
Desde su visón de economista, Pablo Rodríguez Canfranc subraya que «es cada vez más relevante estudiar las motivaciones y los comportamientos que desarrollamos mientras usamos la tecnología, algo que ya forma parte de todos los aspectos de nuestras vidas, especialmente desde la llegada de los teléfonos inteligentes que han permitido que accedamos a internet en cualquier momento y desde cualquier lugar».
Los hackers utilizan conocimientos de psicología social a diario, para conseguir que la víctima caiga en su trampa. Sus correos de phishing suelen jugar con la reacción psicológica de la persona que recibe el mensaje, ofreciendo alguna ventaja o ante el miedo generado por un supuesto problema. La psicología se convierte, por tanto, en una poderosa aliada de la ciberseguridad puesto que ayuda a comprender las motivaciones y estrategias del ciberagresor, así como las pautas de comportamiento de las víctimas.
Teniendo en cuenta que el mundo digital se ha transformado en el lugar donde comunicamos y socializamos cada día, abordar el creciente interés de la psicología por las nuevas tecnologías también supone «reflexionar sobre el modo en que Internet se oferta cada vez más como uno de los principales medios de socialización», según destaca Gordo-López.