Alfredo Gutiérrez. Regional Sales Manager Iberia & Italia. MOBOTIX
Personalmente no se me ocurre mejor dedicación para la seguridad que ponerla al servicio del cuidado de las personas que están convalecientes o en recuperación. En los hospitales, y más aún en tiempos de pandemia como los actuales, lo importante es el bienestar y la seguridad de los pacientes, así como de los profesionales y el personal sanitario, y los familiares. Para ello, las condiciones del personal médico, personal de enfermería y personal de cuidados deben ser las mejores posibles, ya que está teniendo que sostener una gran carga de trabajo. Y, en este sentido, la tecnología inteligente de vídeo nos está ayudando mucho para ser un pilar más en la recuperación, la tranquilidad y el bienestar de las personas.
Los sistemas de vídeo han dado un paso más para ser mucho más que un instrumento de seguridad y vigilancia. Ahora contamos con ellos también como herramientas activas de protección, detección, monitorización e, incluso, acompañamiento. Es decir, el mismo sistema de alerta temprana que nos va a avisar en caso de humo o fuego, nos puede avisar también del cambio de temperatura de una sala o una persona. De igual manera, nos va a avisar en caso de detectar una caída o un movimiento «incorrecto» (por ejemplo, de un paciente que se ha levantado de su cama y ha salido a buscar ayuda), que ponga en alerta al personal correspondiente.
Estos sistemas de llamadas efectivos y la prevención de falsas alarmas permiten al personal no sólo mejorar sus tiempos de respuesta, sino que también ayudan a brindar una protección más completa, ya que pueden estar prestando atención a muchas más personas de forma simultánea. Y en caso de necesidad, la atención va a ser más rápida y directa. Y en cuestiones de salud, el tiempo de reacción sabemos que puede ser un factor determinante.
Asimismo, el mismo sistema de vídeo nos va a servir de control y protección de los accesos a zonas sensibles, como puede ser un quirófano, un laboratorio o una sala esterilizada, donde sólo el personal debidamente autorizado tiene permiso de entrada. Realizar esto de forma automática y sistemática, con reconocimiento facial, por ejemplo, evita cualquier posible intrusión, a la vez que te ofrece un exhaustivo registro de entradas y salidas, así como una rápida y cómoda gestión del acceso, donde el personal no ha de estar pendiente de llaves ni claves de acceso.
Hablamos de sistemas de seguridad desarrollados en una plataforma abierta que permite ilimitadas adaptaciones como las que, lamentablemente, ha demandado la pandemia del COVID-19. Estos sistemas inteligentes, en términos de control de accesos o aforo, no sólo van a reconocer –cuando sea necesario- si la persona tiene permiso o no para entrar, sino que también nos van a avisar en caso de que no lleve puesta la mascarilla, tenga una temperatura corporal superior a la adecuada, no esté cumpliendo con la distancia de seguridad necesaria o se esté dando un exceso de aforo en las instalaciones.
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