En aplicación de su Agenda Europea de Seguridad, la Comisión Europea ha presentado nuevas medidas para ayudar a los Estados miembros a prevenir y combatir la radicalización violenta que conduce al terrorismo.
Hasta la fecha, se calcula que unos 4.000 nacionales de la Unión se han unido a organizaciones terroristas en países en conflicto, como Siria o Irak. La mayoría de los sospechosos de terrorismo implicados en las recientes atrocidades terroristas perpetradas en la Unión eran ciudadanos europeos, nacidos y criados en nuestra sociedad. La Unión está reforzando su enfoque en materia de seguridad frente a este problema, mejorando el intercambio de información en las bases de datos de seguridad, fronteras y migración, y consolidando el papel de Europol y su Centro Europeo de Lucha contra el Terrorismo.
La responsabilidad de la lucha contra la radicalización violenta que conduce al terrorismo incumbe en primer lugar a los Estados miembros y agentes a nivel local, regional y nacional. Sin embargo, la radicalización, al igual que el terrorismo, no conoce fronteras. Esto quedó de manifiesto en los acontecimientos que llevaron a los atentados de París y Bruselas. Por este motivo, la Comisión Europea presenta hoy una serie de iniciativas destinadas a apoyar a los Estados miembros en sus esfuerzos en diversos ámbitos de actuación, desde la promoción de la educación inclusiva y los valores comunes, hasta la lucha contra la propaganda extremista en internet y la radicalización en los centros penitenciarios.
En palabras de Frans Timmermans, vicepresidente primero de la Comisión: «En los recientes atentados terroristas se ha visto cómo algunos jóvenes europeos han caído en las redes de una ideología de muerte y destrucción, rompiendo con sus propias familias y amigos y volviéndose contra sus propias sociedades. Estos hechos exigen una respuesta determinada de la sociedad en su conjunto, para prevenir la radicalización y reforzar los lazos que nos unen. La Unión debe contribuir siempre que pueda».
Actualmente, la Comisión está perfilando acciones en siete ámbitos específicos en los que la cooperación a nivel de la Unión puede aportar valor añadido:
- Lucha contra la propaganda terrorista y el discurso ilegal del odio en internet: Colaboración con el sector de las tecnologías de la información para impedir la difusión del contenido ilícito que incita a la violencia, apoyar el desarrollo de discursos alternativos positivos por parte de la sociedad civil y desarrollar la alfabetización mediática, de manera que los jóvenes procesen la información con espíritu crítico.
- Lucha contra la radicalización en los centros penitenciarios: Intercambio de experiencias entre Estados miembros para elaborar directrices sobre mecanismos y programas destinados a prevenir y combatir la radicalización en los centros penitenciarios y contribuir a la rehabilitación y la reintegración.
- Fomento de la educación inclusiva y los valores comunes de la Unión: Utilización de fondos procedentes del programa Erasmus+ para financiar proyectos que promuevan la inclusión social, nuestros valores compartidos y el entendimiento intercultural.
- Fomento de una sociedad inclusiva, abierta y resiliente, y conexión con los jóvenes: Por ejemplo, la Comisión elaborará un conjunto de herramientas para ayudar a quienes trabajan de manera más estrecha con los jóvenes a detectar y combatir la radicalización violenta.
- Refuerzo de la cooperación internacional: La Unión ayudará a terceros países que afronten retos similares a abordar la radicalización mediante respuestas que garanticen el cumplimiento de la ley y respeten los derechos humanos.
- Fomento de la investigación, la constitución de pruebas, el seguimiento y el establecimiento de redes: Elaboración de instrumentos concretos y análisis políticos destinados a entender mejor el proceso de radicalización, que sean directamente utilizables por los profesionales de la seguridad y los responsables políticos de los Estados miembros, aprovechando también el marco que ofrece el Centro de Excelencia de la Red para la Sensibilización frente a la Radicalización.
- Focalización en la seguridad: La prevención de la radicalización también requiere un enfoque básico en materia de seguridad, a través de medidas destinadas a combatir las amenazas inmediatas y a largo plazo, como las prohibiciones de viajar o la tipificación como delito de los viajes a terceros países con fines terroristas, como ya ha propuesto la Comisión. Los Estados miembros deben compartir más información, aprovechar al máximo los marcos de cooperación y las herramientas de información en materia de seguridad y reforzar la interconexión de los sistemas de información.