A lo largo del año 2022, el mercado de detección de incendios en España ha experimentado un periodo de estabilidad, con retos y oportunidades, presentándose de manera simultánea. Según el último estudio realizado por la Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios, Tecnifuego, se ha confirmado un estancamiento en la instalación de detectores puntuales desde 2018.
Principales hallazgos del estudio de Tecnifuego
El estudio revela una demanda de 1,27 millones de dispositivos en 2022, en comparación con los 1,26 millones en 2018. Tras la variación negativa observada en 2020, el mercado se recuperó de manera notable en 2021. Lluís Marín, coordinador del Comité de Detección, señaló la influencia de factores externos en la tensión experimentada durante 2022. «A la incertidumbre generada por la etapa de confinamientos, ha seguido un año de incertidumbre provocado por la escasez de componentes», aclaró Marín, destacando que «los costes de la materia prima se dispararon ostensiblemente».
En términos financieros, aunque la facturación ha crecido respecto al año anterior, los márgenes de beneficio se han contraído y la dimensión promedio de los proyectos ha disminuido.
Se ha registrado un crecimiento significativo en proyectos de naves logísticas, impulsando tecnologías como la detección por aspiración y detección lineal. Asimismo, la venta de dispositivos de aviso ha aumentado, impulsada por la exigencia de instalación de señales visuales de alarma, adicionales a las acústicas, establecida por el CTE y RIPCI.
Una tendencia alentadora ha sido el aumento en la instalación de equipos de transmisión de alarma a centros de recepción, mejorando la protección y el mantenimiento de sistemas efectivos y auditables. Además, se observa un interés creciente en tecnologías innovadoras para la gestión avanzada de sistemas de detección y alarma a lo largo de su vida útil, prometiendo mejoras en productividad, calidad del servicio y competitividad.
La elección de tecnologías de detección puntual no ha variado significativamente, siendo el 76% de los detectores instalados ópticos y el 16% de calor. Los sistemas convencionales continúan en declive en comparación con los sistemas analógicos, aunque a un ritmo menos pronunciado, reflejando la evolución de precios y las ventajas de los sistemas analógico-direccionables.
Conclusiones de Tecnifuego
El año 2022 ha sido testigo de la estabilidad en el mercado de detección de incendios en España, marcado por desafíos en la cadena de suministro y cambios en las preferencias tecnológicas. La creciente adopción de tecnologías avanzadas y sistemas de alarma eficientes augura un futuro prometedor para el sector, a pesar de los obstáculos presentes. Con la recuperación de licencias de obras para edificios no residenciales en 2021 y 2022, el mercado está posicionado para adaptarse y evolucionar en respuesta a las demandas y tendencias emergentes.
También es destacable la tendencia para los sistemas convencionales, continúa a la baja con relación a los sistemas analógicos. Aunque esta tendencia no es ya tan pronunciada, sigue siendo una preferencia lógica dada la evolución de precios del mercado y las ventajas que ofrecen los sistemas analógico-direccionables.
En consonancia con la evolución de mercado observada en sistemas de detección de incendio, las licencias de obras vinculadas a edificios no residenciales se recuperaron en 2021 y se mantuvieron en 2022, según los datos publicados por el instituto nacional de estadística.