Granada, Pontevedra y Ciudad Real son los grandes municipios de España donde es más probable sufrir un robo en la vivienda. Estas localidades casi duplican la probabilidad de sufrir una visita de los amigos de lo ajeno en casa. Entre tanto, las poblaciones con más de 75.000 habitantes donde es menos habitual padecer un incidente indeseado como este son Ceuta, Avilés y Lorca. En su caso, la probabilidad es un 60% más baja que la del conjunto de España. Esta es una de las conclusiones del informe Los robos en viviendas españolas aseguradas. Datos 2020-2021 recién elaborado por Estamos Seguros.
Un análisis por provincias de los robos en hogares muestra cómo este fenómeno es particularmente intenso en todo el litoral mediterráneo y la mitad sur del país. Los territorios más afectados serían Badajoz, Granada, Valencia, Almería… Las zonas menos propensas a este tipo de delitos se encuentran en la costa cantábrica o en el interior peninsular. Desde este punto de vista destacan Soria, Lugo, Asturias y Orense.
La indemnización media que pagan las aseguradoras por los robos en viviendas y los desperfectos que causan los ladrones al perpetrarlos asciende a 1.115 euros. Pero esta cuantía varía mucho de un lugar a otro del país. Mientras que en la provincia de Barcelona, Alicante o Gerona, un robo medio conlleva el pago de entre 1.700 y 1.900 euros a los afectados por parte del seguro, en Salamanca, Cáceres y Zamora no llega a los 500 euros. Por norma general, los robos más caros se dan en provincias con una renta más alta que la media y que tienen mar. Especialmente, en aquellas que lindan con el Mediterráneo.
En los 12 meses analizados, los robos más caros por municipios de España se dieron en Cornellà de Llobregat (Barcelona) (4.493 euros), Orihuela (Alicante) (3.299 euros) y Sant Cugat del Vallès (Barcelona) (2.542 euros). El ranking es parecido, aunque no idéntico, si en lugar de fijarse solo en el coste absoluto de lo robado se pone este dinero en relación con la renta disponible media del municipio. Desde esa óptica –comparando el coste de lo robado con la riqueza de la familia– los robos que hubieran sido más graves para las economías domésticas de no haber existido la protección del seguro serían los acaecidos en Cornellà, Orihuela y, aquí la novedad, Elche (Alicante).
Un análisis de la estacionalidad de los robos muestra cómo los meses de vacaciones (julio, agosto y enero) son más problemáticos que la media. Constituyen el momento preferido por los ladrones para operar. Si se pone la atención en los días de la semana, aparece un dato curioso: aunque los ladrones son más propensos a actuar en jornadas laborables; los sábados y los domingos son los días en los que más cosas se llevan y mayor daño económico causan a las familias.
Este estudio analiza 225.000 percances de robo indemnizados por el seguro entre el 1 de agosto de 2020 y el 31 de julio de 2021. Para recabar la información, se tomó como referencia un universo de 15 millones de viviendas protegidas por 28 aseguradoras. Si bien el informe no tiene datos de todas las viviendas que existen en el país, sí constituye una muestra suficientemente extensa para ofrecer información cualitativa fiable sobre cómo es el fenómeno de los robos domésticos.
El estudio mide tres variables: la probabilidad de padecer un robo; el coste del mismo, medido en euros; y el impacto (medido en términos relativos) que hubiera tenido sobre la economía de la familia propietaria del inmueble de no haber contado con la protección del seguro.
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