El turismo sigue en crecimiento, siendo uno de los principales motores económicos en España y contribuyendo a que la demanda de vivienda vacacional sea una fuente de inversión muy atractiva para los futuros compradores de vivienda. Según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de desplazamientos realizados por residentes en España durante 2023 creció un 8,5% interanual. Asimismo, solo en el primer trimestre de 2024, hubo un aumento del 17,7% en turistas internacionales respecto al mismo período del año anterior.
En el estudio realizado por el INE, en agosto de 2023, se registró un total de 340.424 viviendas turísticas, lo que representa un incremento del 9,3% en comparación con el mismo mes del año anterior. Estos inmuebles, que constituyen el 1,3% del total de residencias en el país, se concentran principalmente en las comunidades autónomas de Andalucía (79.065), la Comunidad Valenciana (58.337), Cataluña (52.026) y las Islas Canarias (44.376). Por provincias, Málaga (39.041), Alicante (37.962), Baleares (26.507), Las Palmas (24.062) y Girona (21.632).
Ante este crecimiento de las pernoctaciones en apartamentos turísticos, se hace necesario también cubrir unos niveles mínimos de seguridad contra incendios similar al que se implementa en hoteles.
Desde TECNIFUEGO, Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios, aconsejamos que antes de contratar un apartamento turístico, se revisen y exijan un mínimo de medidas de seguridad contra incendios, similares a las instaladas en un hotel. Ya que se dan los mismos condicionantes: desconocimiento del espacio en caso de evacuación y el pernoctar, con los riesgos de estar dormido, y que no haya elementos (alarma de incendio) para poder despertar y evacuar a tiempo.
Los hoteles se rigen por una normativa nacional, el Código Técnico de la Edificación, Documento Básico Seguridad contra Incendios (CTE-DBSI), además en cada comunidad autónoma se realizan reglamentaciones complementarias que aumentan estas exigencias. En el caso de los apartamentos turísticos no tienen que cumplir esos mismos requisitos, sino que se rigen por la modalidad uso vivienda con medidas de seguridad inferiores que en los hoteles.
Esta ausencia legislativa estatal, lo han suplido algunas comunidades autónomas: en Aragón, Decreto 80/2015. En Baleares, Ley 8/12 y Decreto 13/2011.En Canarias, Decreto 113/2015. En Cantabria, Decreto 19/2014. En Cataluña, Decreto 159/2012. En Madrid, Decreto 79/2014, o en el País Vasco, Ley 13/2016, de 28 de julio.
Vacío legal en seguridad contra incendios
La escasa y genérica mención a la seguridad contra incendios en la reglamentación hace que en la práctica haya un vacío legal sobre las medidas de seguridad contra incendios en las viviendas turísticas.
Mientras se regula la situación, esperemos que con la Ley de Turismo, desde TECNIFUEGO hacemos estas recomendaciones:
- el apartamento debe estar dotado con equipos de seguridad contra incendios como cualquier hotel. Los propietarios deben instalar de manera voluntaria medidas de seguridad, ya que se pueden dar situaciones de mayor riesgo de incendio: fiestas, velas, cigarros.
- Detección de incendios, extintores, manta ignífuga, bocas de incendio equipadas y rociadores automáticos son algunos de los elementos que toda vivienda turística debe tener instalados, como elementos de protección activa.
– Es importante reforzar la protección pasiva (edificatoria) igualmente: Una rehabilitación puede cambiar las características de combustión de los cerramientos, y por tanto aparece la necesidad de minimizar el riesgo de propagación (tanto por fachada como por el interior).
- La utilización de materiales cuya reacción al fuego sea la adecuada al uso y conforme a las normativas podría limitar la aparición del incendio y su propagación al inicio del mismo. Materiales con combustibilidad limitada, que no goteen y no liberen humo serán los más adecuados.
- También se deben tener en cuenta la señalización de emergencia y la mejora de las vías de evacuación.
- Mantenimiento de los sistemas de protección activa y pasiva contra incendios, para que los equipos y soluciones instalados mantengan su eficacia.
Por último, es importante recordar que todas las medidas de protección activa que tienen como objeto ayudar a las personas a escapar o luchar contra un incendio, así como las de protección pasiva, que retrasan o confinan el desarrollo del mismo, pasan por alertar a todos los ocupantes y a los servicios de emergencia que los asisten, es por tanto esencial que los sistemas de detección y evacuación estén siempre atendidos y supervisados para que esto se produzca.
Imprescindible, para unas vacaciones seguras, exigir protección contra incendios también en los apartamentos turísticos.