Miguel A. Gimeno, Marketing & Business Development Director en Scati
Los sistemas de videovigilancia y las analíticas de vídeo tienen como objetivo evitar que los trabajadores infrinjan los protocolos de seguridad, garantizar que las instalaciones cumplan con las normas de seguridad e impedir que personas no autorizadas o intrusos accedan a las zonas restringidas. También, supervisar remotamente las instalaciones y evitar incidentes que podrían impactar en las operaciones.
La idea del presente artículo de Cuadernos de Seguridad es exponer las novedades tecnológicas que han ido surgiendo durante este último año en esta materia, ya que a medida que los ataques evolucionan, la tecnología tiene que estar un paso por delante para detectar, evitar y responder rápidamente a cualquier amenaza de seguridad.
Contar con una plataforma capaz de evolucionar continuamente y adaptarse a los cambios es fundamental para proteger instalaciones esenciales que garantizan el bienestar de la sociedad.
Pasemos a aterrizar lo expuesto anteriormente a un caso real, que puede ser el de cualquier empresa o institución que se enfrenta a las características de este escenario, ¿qué necesidades presenta?
- Un alto coste de monitorización: Si se disponen de sistemas de videovigilancia convencionales, los operadores tendrán que supervisar los vídeos de cada instalación de una forma mucho más intensiva, siendo poco eficaces y fiables a la hora de manejar las informaciones.
- Un alto coste de explotación: En el caso de empresas o instituciones con sedes distribuidas, teniendo que realizar la gestión de forma local de cada una de esas ubicaciones.
- Cumplimiento de la normativa: Puede haber casos en los que el sector o el país exija al usuario final cumplir con una determinada normativa, bajo riesgo de cierre de la actividad en caso de incumplimiento, suponiendo un coste tanto en pérdidas de ingresos como en multas asociadas, de hasta varios millones de euros.
La Videovigilancia con Análisis Inteligente de Vídeo (AIV) se está adoptando para supervisar las instalaciones críticas, pero muchos usuarios no están extrayendo aún el máximo rendimiento a estos sistemas. Contar con un sistema que disponga de un potente AIV, permite reducir el volumen de alarmas de las cámaras donde se identifican amenazas, centrándonos sólo en las alertas que importan y captando aquellos eventos que los operadores pueden pasar por alto.
Cámaras de Radar Térmico
Un avance tecnológico que se ha incorporado con éxito en este último año, especialmente en aquellas instalaciones con grandes perímetros, muchos de ellos con gran vegetación, es la combinación de Cámaras de Radar Térmico (CRT) con cámaras PTZ de espectro visible, las que todos conocemos. Estas cámaras de radar térmico presentan una visión panorámica 360º de todo su campo visual con un alcance de hasta 10km, pudiendo tener zonas específicas de monitoreo y corriendo diversos tipos de analíticas de intrusión en las zonas demarcadas.
A nivel lógico, se genera un enlace entre ambas (o linkage) para que cuando la CRT detecte una intrusión dentro del área de monitoreo, las cámaras PTZ de CCTV se posicionen hacia esa región y así, confirmar visualmente la amenaza detectada por las CRT.
Estás cámaras, las CRT también pueden ser utilizadas para la detección y/o prevención de incendios en todo tipo de infraestructuras o espacios vegetales.
Con un porcentaje superior al 80% menos de falsas alarmas y una mayor inteligencia operativa de los sistemas, los operadores del SOC pueden proteger mejor a los trabajadores, las instalaciones y los activos. Con una mayor asertividad en la generación de alarmas, los operadores tendrán mayor tiempo para centrarse en la verificación de alertas reales, lo que les permitirá reaccionar de forma más rápidas ante las verdaderas amenazas.
¿Quieres continuar leyendo el artículo? Pincha aquí.