Manuel Pérez Castro. Gerente de Compras Especialistas. Securitas Seguridad España.
Nadie puede negar el cambio en los hábitos de consumo del público en general. A la distribución tradicional donde la mercancía acaba estando disponible en tienda, hay que sumar el enorme desarrollo de la actividad ligada al e-commerce. Las nuevas oportunidades de compra online permiten que el producto demandado llegue a su destino sin que tengamos que salir de casa para comprarlo. Además, la globalización facilita que el origen del producto no sea un problema.
Prácticamente cualquier artículo fabricado en cualquier parte del mundo está a nuestro alcance. Las empresas de logística y transporte han adaptado sus operaciones a la exigente demanda de millones de entregas diarias de mercancía. Para ello se han apoyado en las nuevas tecnologías y en el desarrollo de las comunicaciones, que han facilitado el crecimiento de la actividad comercial con nuevas opciones de transporte y entrega y la automatización de los procesos.
Todo ello ha afectado a las necesidades de seguridad de los centros logísticos. Resolver la necesidad de almacenar y distribuir de manera eficiente y segura los envíos que se realizan, pero, sobre todo, de garantizar la entrega puntual de los mismos, ha llevado a las empresas de logística a automatizar sus operaciones.
Se trata de encontrar soluciones para asegurar la supervisión y trazabilidad de los envíos y evitar la pérdida o retraso en la entrega, manteniendo la satisfacción de los clientes, sin penalizaciones de extremo a extremo.
Es necesario, por tanto, supervisar el transporte desde las fábricas, el almacenaje de la mercancía en espera de su demanda y la distribución al punto de entrega.
Y debemos considerar que en cada paso de la cadena existen riesgos:
- Accidentes (de circulación, caída de mercancía…).
- Accidentes laborales de los empleados.
- Daños a la mercancía durante su manipulación.
- Errores de manipulación de mercancía (de picking, de embalaje, de identificación…).
- Riesgos de hurto y robo de mercancía.
- Riesgos derivados del fuego.
Las medidas adoptadas para minimizar estos riesgos pueden estar relacionadas con el desarrollo de la operativa:
- En el control de accesos, la identificación de la matrícula de un vehículo, además de garantizar que es el vehículo autorizado, puede automatizar la validación de la documentación asociada y su correspondiente asignación de muelle.
- Durante el proceso de carga y descarga en los muelles, la captación/visualización de las etiquetas de identificación de mercancía puede ayudar a vincular la misma con el vehículo asociado. Integración en el proceso productivo.
Para ello, la tecnología en general, y por supuesto la de seguridad, ha ido adaptándose e integrándose en el proceso productivo, combinando los datos de la cadena de suministro con el vídeo, de tal manera que la lectura de una matrícula de un vehículo con su carga identificada y ligada a una ruta, permite documentar la ruta de entrada, la descarga, la manipulación y el almacenaje de la mercancía.
Posteriormente, ante una orden de salida, el picking, consolidación de carga y ruta de salida son también identificados y trazados. La identificación de cada paso de la cadena de suministro, su visualización y grabación para en caso necesario reproducir lo sucedido durante la investigación de una incidencia, permite la corrección y mejora de dicha cadena.
La integración de sistemas de vídeo con los scanner de identificación de etiquetas o con los sistemas de posicionamiento en interiores de objetos y personas, permite la sincronización de los datos con las imágenes recogidas por las cámaras.
De este modo, las analíticas de gestión de incidencias facilitan la comprobación visual del proceso, la automatización de la investigación y el eficiente esclarecimiento de una incidencia a posteriori. Pero más aún, en algunos casos, la analítica aplicada en tiempo real puede alertar de un evento antes de que se convierta en una incidencia.
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