En un entorno súper competitivo, el sector del retail debe examinar su modelo de negocio para encontrar formas de reducir los costes y aumentar los beneficios. Y un punto clave es el control y prevención de las pérdidas. Se trata de un problema real que afecta a la industria del retail, con un impacto global valorado en 100.000 millones de dólares a nivel mundial1.
Principales tendencias en las pérdidas
Las pérdidas pueden presentarse de varias formas. Desde el robo en tiendas, robo de empleados, errores de inventario o el fraude de proveedores, hasta otras causas no relacionadas con delitos como el desperdicio de alimentos en un supermercado. Todo esto implica una pérdida en la inversión de los productos que se han perdido, y la consecuente pérdida de facturación que deberían haber generado.
Desafortunadamente, la tasa de pérdidas está aumentando, y ya en 2017 representaba el 1,5% de la facturación en Europa2. Lamentablemente, la principal causa de las pérdidas se debe al robo en tiendas, destacando desde la aparición de pequeñas bandas organizadas, hasta el uso de bolsas especiales para proteger los artículos robados de los sistemas de Vigilancia Electrónica de Artículos (EAS) en las salidas. Esto obliga al sector, a llevar a cabo un replanteamiento sobre las acciones de prevención que deberían llevarse a cabo.
Otra de las tendencias que observamos muestra que los métodos tradicionales de prevención de pérdidas son menos eficaces por sí solos. Por ejemplo, mientras que la mayoría de las tiendas utilizan algún tipo de sistema de cámaras de CCTV para vigilar sus instalaciones, el porcentaje de tiendas que utilizan otros métodos complementarios de forma conjunta está aumentando. La integración más común son las cámaras con sistemas EAS. Otros comercios también utilizan sistemas de alarmas, e incluso guardias de seguridad en situ, dependiendo del tipo de productos que vendan.
Combatir las pérdidas
El sector del retail dispone en la actualidad de múltiples alternativas tecnológicas para luchar contra las pérdidas. La integración de CCTV y EAS significa que las imágenes pueden ser capturadas y marcadas cuando el EAS es activado por una etiqueta de un producto que hayan sacado de la tienda. Esto significa que, además de la alarma de audio para alertar, se pueden utilizar imágenes específicas para capturar el robo, lo cual puede resultar útil en el futuro a modo de prueba.
Igualmente relevante es el control en el proceso de pago, donde podemos vigilar tanto las acciones de los clientes como las de los empleados. Esto es especialmente útil con el aumento de cajas auto-pago cada vez más habituales sobre todo en tiendas de alimentación y supermercados. Las cámaras inteligentes, como la cámara panorámica IR Fisheye de 12MP de Hikvision (DS-2CD63C2F-I), están especialmente diseñadas para la monitorización de la zona de caja, donde tiene lugar el pago. El software puede comparar los artículos que ve en la cesta de un cliente con los artículos realmente escaneados en el sistema del punto de venta. De esta manera, los errores, ya sean accidentales o deliberados, pueden ser detectados.
Todos los datos de la transacción pueden ser conectados con el vídeo de la transacción y ser almacenados. Esto también significa que pueden recuperarse más tarde, si el gerente de una tienda necesita investigar una discrepancia, incluso meses después de que haya ocurrido. Esto proporciona pruebas, en caso de que sean necesarias para demostrar un posible robo o fraude. También supone una alternativa inmediata cuando surgen disputas con clientes en el momento del pago.
Si nos fijamos en la zona exterior de la tienda, las cámaras pueden ser programadas para enviar una alerta si un carro es empujado en la dirección equivocada, o fuera de una determinada zona predefinida. Esto previene el robo de los carritos (que en sí mismos son un activo de inventario). Las funciones inteligentes disponibles en muchas cámaras Hikvision también pueden usarse para detectar el comportamiento de merodeadores, lo que puede dar al personal de seguridad un aviso sobre un problema potencial.
No debemos olvidar los casos de pérdida por accidentes, como podría ser el incendio de un almacén. Estos casos, suponen además una amenaza grave para la seguridad del personal. El uso de una cámara térmica inteligente (por ejemplo, la cámara térmica dual minidomo de Hikvision, serie DS-2TD1217/V1) puede enviar una alerta cuando la temperatura supera un nivel predefinido. Esto significa que los incendios pueden ser detectados antes de que se produzcan.
Todos estos métodos de vigilancia y prevención, ofrecen la máxima efectividad cuando se combinan, y por eso es relevante contar con un sistema general de gestión de vídeo. Un buen VMS, como el HikCentral de Hikvision, administra toda la información que envían las cámaras, las alarmas, otros dispositivos y el software de forma centralizada. Esto otorga a los responsables de seguridad el poder de ver lo que está pasando en la tienda, y reaccionar con la información adecuada ante cualquier posible amenaza. El sistema, además, almacena la información y permite una búsqueda y recuperación de eventos sencilla y práctica.
Con la inteligencia combinada de varias tecnologías, el personal de seguridad puede vigilar las actividades sospechosas fácilmente, utilizando alertas pre programadas para señalar posibles incidentes. La capacidad de cruzar datos, y el hecho de que las cámaras como la serie Hikvision AcuSense estén diseñadas para minimizar las falsas alarmas en el exterior, significa que el personal de seguridad tiene la capacidad de centrarse en problemas reales.
Para prevenir que las pérdidas afecten a la cuenta de resultados en el sector minorista, el uso de tecnología innovadora se hace indispensable, y como hemos visto, las cámaras de CCTV son sólo el comienzo.