«Estamos catalogando los recursos de seguridad existentes para optimizarlos en su utilización», afirma Fernando Bocanegra, director de Seguridad Corporativa de SERMAS, Servicio Madrileño de Salud, en relación al intenso trabajo que están realizando para conseguir una seguridad única interrelacionada tanto para la asistencia especializada como primaria. En las siguientes páginas, reflexiona también sobre el futuro de la seguridad o la implantación de nuevas tecnologías en los centros sanitarios, entre otros aspectos.
—Para comenzar, ¿qué valoración haría, más de un año después de su nombramiento como director de Seguridad Corporativa, del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS)?
—Cuando asumimos esta responsabilidad, éramos conscientes de la importante tarea que debíamos afrontar; no olvidemos que estamos diseñando una política de seguridad integral para una organización, el SERMAS, que consta de 32 hospitales y cerca de 600 centros, entre asistencia primaria, especializada y centros de salud mental, con cerca de 100.000 trabajadores, con una diversidad y complejidad extraordinaria.
En primer lugar, nos propusimos generar una cultura de seguridad en todo el Servicio Madrileño de Salud: en los profesionales sanitarios, en los profesionales administrativos, pacientes, visitantes, proveedores, etc. Y esto, lógicamente, no se improvisa ni se puede realizar de un día para otro.
Estamos revisando y actualizando todos los planes de Autoprotección, planes de Emergencias y planes de Protección de Fuentes Radioactivas, elaborando pliegos de condiciones técnicas para los oportunos concursos de seguridad, introduciendo criterios profesionales, tales como la movilidad dentro de los lotes que hemos diseñado territorialmente para lograr una mayor eficacia, elaborando protocolos comunes sobre videovigilancia, custodia de pertenencias, etc.
Si bien es cierto que la apuesta de la Dirección General de Asistencia Sanitaria por la seguridad está permitiendo realizar múltiples acciones que eran urgentes acometer. Hemos registrado, en la Unidad Central de Seguridad Privada del Ministerio del Interior, el departamento de Seguridad Corporativa del SERMAS, lo que ha supuesto el primer departamento de estas características en un Servicio de Salud de una Comunidad Autónoma como consecuencia de la designación, por parte de la Secretaría de Estado de Seguridad, del SERMAS como Operador de Servicios Esenciales e Infraestructura Crítica.
También se están elaborando, conjuntamente con la Oficina de Seguridad de Sistemas de Información, los PSO y PPE de nuestra organización, y una organización territorial de la seguridad con un diseño transversal para conseguir una adecuación y optimización de los recursos existentes, logrando una mayor eficacia y rápida respuesta.
En definitiva, tenemos una ingente tarea por delante, pero si tuviéramos que hacer una valoración sobre este año de andadura, sería muy satisfactoria. Estoy convencido de que estamos en el buen camino; en estos momentos a la seguridad se le está dando la importancia que debe tener.
—¿Cree que los usuarios de las instalaciones hospitalarias valoran las medidas de seguridad y protección implantadas o, por el contrario, se trata de algo que pasa desapercibido?
—Es muy pronto para poder valorar el grado de satisfacción de las reformas y proyectos que se están llevando a cabo en materia de Seguridad dentro del Servicio Madrileño de Salud, pero sí estamos percibiendo una respuesta muy buena en todos los servicios, entendiendo el departamento de Seguridad Corporativa como una especie de oficina de servicios compuesta por profesionales de la seguridad, cuyo trabajo es facilitar que la asistencia sanitaria se produzca con las mayores garantías de seguridad, tanto para los profesionales como para los pacientes, visitantes, etc.
Las jornadas sobre Prevención de Agresiones a Profesionales Sanitarios, que hemos venido realizando desde el pasado mes de octubre −en concreto, 17 en diferentes hospitales−, impartidas por el Equipo del Interlocutor Policial Sanitario Nacional, donde se forma sobre distintas técnicas de contención verbal, organización y colocación de las áreas de trabajo, etc., han sido muy bien acogidas por los profesionales, con una importante participación como prueba de ello. Nos proponemos continuar el próximo curso con la celebración de más jornadas, con la intención de llegar al mayor número de profesionales posible.
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