El español está poco concienciado con la seguridad. Eso sí, existen ciertos elementos que hacen que esa percepción cambie: tener hijos, haber sufrido un robo o que lo haya sufrido alguien del entorno, o momentos de mayor repercusión social y publicación de noticias sobre ello.
Del mismo modo, y a diferencia de lo que pueda percibir un pequeño empresario, sufrir un robo supone para un particular una violación de su intimidad, teniendo una vivencia mucho más emocional. El empresario, al considerarlo como un hándicap más de su actividad, tiene una vivencia mucho más racional, además de que considera obligatorio asumir ciertas medidas de seguridad, exigido en muchos casos por sus compañías de seguros
Preguntados por la percepción general sobre el nivel de protección en nuestro país, los entrevistados tienen una valoración bastante aceptable: el índice de robos no es demasiado alto, e incluso se percibe cierto retraimiento. Del mismo modo, si comparamos el trabajo y esfuerzo de los cuerpos y fuerzas de seguridad de España con otros países, se considera que somos referencia a nivel mundial en cuestiones como el terrorismo o antidisturbios.
Estos datos se recogen del estudio de investigación El Robo: análisis del fenómeno desde una perspectiva integral, realizado por el Instituto de Investigaciones de mercado y marketing estratégico Ikerfel para Securitas Direct. El objetivo de este informe es conocer el fenómeno del robo desde una perspectiva integral con el fin de averiguar la visión de cada uno de los colectivos analizados: tanto sus percepciones como experiencias propias. Para ello, se realizaron entrevistas abiertas en profundidad (EAPs) a seis grupos diferentes: cuerpos de seguridad, ex ladrones (en el pasado perpetraron algún tipo de robo en viviendas o domicilios y actualmente están rehabilitados), compañías aseguradoras, servicio acuda, cerrajeros y cristaleros.