El número de víctimas mortales producidas por incendios en viviendas en España cayó un 15,4% al registrarse 110 casos por los 130 del año anterior, según los últimos datos disponibles, extraídos del estudio elaborado por la Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB) y correspondientes al ejercicio 2015. Este descenso rompe la tendencia alcista experimentada en los dos años anteriores, con repuntes del 9,3% en 2013 y del 30,3% en 2014. Los 110 fallecidos en 2015 suponen una media de 2,36 por cada millón de habitantes, un promedio inferior a los 2,80 de 2014 pero por encima de los 2,01 registrados un año antes.
Por tramos de edad, más de la mitad de las personas (52,7%) que perdieron la vida en 2015 al incendiarse sus domicilios tenían más de 64 años, lo que supone 58 casos. El 34,5% contaba con una edad entre los 30 y los 64 años; el 2,7% tenía entre 15 y 29 años y el 5,5% restante corresponde a menores de 14 años.
Desglosando la estadística de incendios mortales por meses, el invierno resultó ser la época del año más fatídica. Así, enero acapara el 20,9% de los fallecidos, seguido de diciembre, con el 16,5% y de febrero con el 14,5% de los casos. Por contra, los meses de verano se confirman como los más inocuos. Agosto solo registró el 0,1%, con una sola víctima mortal. Tras él se sitúa septiembre, con solo dos defunciones y el 1,8% del total, y mayo, con cuatro incendios mortales, lo que significa el 3,6% de los casos.
Por días, el lunes es el que más casos mortales registra, con el 17,3% del global, y el domingo en el que menos, con el 8,2%. Si nos fijamos en las franjas horarias, la más proclive a registrar fuegos en viviendas con resultado de muerte es entre las 8 y las 12 del mediodía, con un 20% de los fallecidos, seguido del tramo entre las 0 y las 4 de la madrugada, con un 19,1%. Por contra, el periodo menos probable de sufrir un incendio mortal es entre las 4 y las 8 de la mañana.
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