Por David Viamonte. Sales and Marketing Director. Genaker
Desde la invención de los primeros sistemas de radiocomunicaciones para usos militares y de emergencias, fueron progresivamente adoptados por nuevos segmentos de mercado, como las policías, ambulancias, bomberos, transportes y, eventualmente, los distintos sectores industriales. En la actualidad, sectores como la industria química y petroquímica, alimentaria, siderúrgica, cementera, farmacéutica, es un usuario habitual de distintos sistemas de comunicación, entre los cuales sistemas de telefonía inalámbrica DECT (muchos de ellos en fase de sustitución), sistemas de radiocomunicación mediante walkie-talkies, así como soluciones de telefonía fija y móvil, entre otros.
Estos sistemas de comunicación walkie-talkie (que, generalmente, agruparemos bajo el acrónimo PMR, Private Mobile Radio) aportan, entre otros, dos principales beneficios respecto a otros sistemas de comunicaciones:
a) Instantaneidad. Al pulsar el botón PTT de un walkie-talkie el usuario se pone en contacto de manera inmediata con el resto de usuarios conectados al canal y con el centro de control, facilitando una atención inmediata ante cualquier situación.
b) Comunicación en grupo ágil. Las tecnologías PMR están diseñadas para facilitar la comunicación instantánea entre grupos de trabajo con decenas, centenares o miles de usuarios.
Estas características han hecho de las tecnologías PMR una solución particularmente interesante para el sector Industrial, que a lo largo de los últimos 30 años ha implantado distintos tipos de redes en función de las necesidades y de la evolución de la propia tecnología. Así, a día de hoy podemos encontrar un amplio espectro de escenarios, incluyendo: instalaciones de telefonía fija y DECT, uso de sistemas de walkie-talkie en modo directo sin infraestructura, soluciones basadas en infraestructura PMR analógica (por ejemplo, el sistema MPT-1327 o sistemas «trunking» similares) o sistemas digitales más modernos basados en la tecnología denominada DMR (Digital Mobile Radio).
En muchos casos la implantación de este tipo de sistemas requiere el despliegue de infraestructura de red dedicada (repetidores) en cada planta industrial, así como la compra de derechos de uso del espectro radioeléctrico en banda UHF o VHF definidas al efecto. La infraestructura de red permite por una parte dotar de cobertura radio a la planta en cuestión, así como multiplexar las comunicaciones de los usuarios para permitir un uso eficiente del espectro (mecanismo típicamente denominado «trunking» en este sector).
[El artículo íntegro puede leerse en el número 320 de marzo de CUADERNOS DE SEGURIDAD]