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«El departamento de Seguridad es indispensable en cualquier museo de envergadura»

Juan José Pintado García, jefe del departamento de Seguridad del Museu Nacional d’ART de Catalunya, analiza para Cuadernos de Seguridad los elementos fundamentales a la hora de plantear una seguridad integral en un museo, así como los pilares sobre los que debe asentarse la seguridad en este tipo de instalaciones. Según indica, «no cabe duda que una de las mayores amenazas de nuestro tiempo, no solo en instituciones museísticas, sino en cualquier actividad empresarial, política o de cualquier sector, son las ciberamenazas o ataques virtuales, de ahí la importancia que tiene dentro de la estructura de un museo de relevancia, el departamento de Informática coordinado con el departamento de Seguridad».

[La entrevista íntegra puede leerse en el número 317 de diciembre de CUADERNOS DE SEGURIDAD]

Juan José Pintado, jefe del Departamento de seguridad del Museu Nacional d'Art de Catalunya
Juan José Pintado, jefe del departamento de Seguridad del Museu Nacional d’Art de Catalunya

—¿Cómo ha variado la seguridad, en cuanto a logística y estrategia, en los grandes centros museísticos como es el caso del Museu Nacional d’ART de Catalunya?

—Cuando me hice cargo de la seguridad del museo, concretamente en el año 2002, éste como tal ya disponía de un departamento de Seguridad registrado en el Ministerio del Interior y en el Departament d’Interior de la Generalitat. Esto demuestra que por parte de mi antecesor y la dirección del museo en aquellos momentos tenían claro, que como mínimo, el futuro de la seguridad del fondo museístico y de la institución pasaba por la creación del departamento de Seguridad, pieza indispensable en cualquier institución museística de envergadura para protegerlo adecuadamente. Tuve la oportunidad de coincidir con una reforma total del edificio y participé tanto en el proyecto arquitectónico como en el artístico en el apartado de instalaciones de seguridad.

El reto más importante era adaptar y consolidar este edificio histórico y singular a las necesidades de ingeniería actuales, tanto energéticas como de seguridad. Para ello toda actuación debía de ser coordinada través de una dirección facultativa en la que todos los departamentos implicados exponíamos nuestras necesidades. En el caso del departamento de Seguridad teníamos clara una estrategia de seguridad, no mirar al pasado sino al futuro. Para ello intenté asesorarme al máximo, a nivel de ingenierías y de las experiencias de otras instituciones museísticas, hasta que optamos por una decisión que en el futuro no significara un problema integrar cualquier sistema actualizado. Actualmente, transcurridos estos años, la tecnología ha evolucionado mucho y en concreto el cambio de la tecnología analógica a digital, estamos precisamente en este estadio, aprovechado la infraestructura ya incorporada a través de red, para migrar el sistema a digital.

—En un mundo globalizado, donde somos objeto de ciberamenazas y ataques virtuales, ¿están los museos expuestos a estos nuevos tipos de riesgos y amenazas? ¿Están preparados los centros museísticos para hacer frente a estos riesgos?

—No cabe duda que una de las mayores amenazas de nuestro tiempo, no solo en instituciones museísticas, sino en cualquier actividad empresarial, política o de cualquier sector, son las ciberamenazas o ataques virtuales, de ahí la importancia que tiene dentro de la estructura de un museo de relevancia, el departamento de Informática coordinado con el departamento de Seguridad.
Nuestras instituciones como todos sabemos están dentro de plataformas o programas en las que están la mayoría de museos para disponer de la máxima información sobre sus fondos artísticos, las cuales sirven para estudiar, prestar y difundir los conocimientos de éstos. Esta plataforma o programa informático requiere de unos niveles de seguridad en la red importantes. Nuestro departamento junto al de informática trabaja en equipo para dar respuesta a cualquier incidencia que afecte a la institución.

—¿Cuáles considera que son actualmente los elementos fundamentales a la hora de plantear una seguridad integral y convergente en un centro museístico?

—La optimización de todos los recursos de los cuales se dispone. Cuando nos referimos a optimizar, estamos hablando de la necesidad de equilibrar estos recursos con la respuesta adecuada a cualquier alarma o evento. En mi institución disponemos de la instalación de sistemas electrónicos de seguridad de Intrusión, Control de Accesos, CCTV, Detección y Extinción de Incendios, todos gestionados desde un centro de control en el edificio; la respuesta a cualquier incidencia que nos puedan comunicar éstos, debe de ser realizada por la vigilancia de seguridad. La importancia está en que la respuesta por parte del servicio de vigilancia sea eficaz y rápida, no sirve de nada disponer de un sistema muy bien dotado, si no tiene una respuesta adecuada. En los museos hay público, personal que trabaja, mobiliario, fondo artístico, documentación, investigación, etc., para que el ciudadano pueda disfrutar de ello, se requiere de los medios suficientes para su protección.

—¿Cree que los grandes centros museísticos siguen apostando actualmente, pese a la situación de incertidumbre económica y política, por la inversión en seguridad?

—En concreto nosotros como museo nacional tenemos un órgano rector representado en un patronato por 50% Generalitat de Catalunya, 25% Ayuntamiento de Barcelona y 25% Ministerio de Cultura del Estado. Esto significa que estamos a expensas de la dotación presupuestaria que nos viene por parte de estas administraciones. No cabe duda que la incertidumbre económica y política tienen mucha incidencia, prueba de ello es que en los últimos 5 años nuestro presupuesto se ha visto reducido en un 25%.
Como departamento de Seguridad hemos optimizado todos nuestros recursos presupuestarios, sin que ello signifique bajar niveles de seguridad, sobre todo aprovechando a través de concursos de licitación, con todas las ventajas que te ofrecen las mejoras de los mismos, conjugar en lo posible la falta de inversión.

—Con una visión de futuro, ¿cómo imagina el futuro de la seguridad en los museos donde los grandes avances tecnológicos serán los protagonistas?

—Un departamento de Seguridad ha de estar siempre investigando las posibilidades de mejorar tecnológicamente su instalación aprovechando las novedades que te ofrece el mercado. Nuestra instalación de CCTV está efectuando un paso determinante a la conexión digital. Ésta es nuestra apuesta más importante de cara al futuro. En la medida que los museos dispongan de una red para la conexión a través de IP, veremos incrementada esa protección del patrimonio a través de sistemas que te darán más información y precisión sobre las posibles amenazas. Creo que sí, los avances tecnológicos serán protagonistas, esta dimensión del paso del sistema de conexión analógica a la digital nos dará muchas más posibilidades de cara al futuro de los museos, te ofrecerán mejor y más información sobre la incidencia en las obras y en el control, pero no en la respuesta; ésta sigue siendo esencialmente humana (el Vigilante de Seguridad). Importante su formación y su aptitud.

—¿Cree que hoy en día las empresas responden adecuadamente a las necesidades de seguridad de los centros museísticos?

—Por lo que llevo observando, cuando las empresas a nivel comercial te vienen a ofrecer sus productos, miran que éstos que sirvan para otros sectores, se puedan adaptar a tus necesidades como institución museística. Las obras de arte para su protección directa requieren de sistemas que en la mayoría de ocasiones son muy específicos, y en muchos casos de adaptación al medio donde se encuentran éstas. Hay pocas empresas que se dediquen de forma específica y única a la comercialización de sistemas para la protección directa del patrimonio. Todas te ofrecen el producto generalizado para diferentes sectores para que lo apliques en la protección del patrimonio, a veces es aplicable y otras no. Como departamento hemos de racionalizar e investigar si el producto que adquirimos cubre las necesidades de protección que nosotros exigimos.

—¿Cuáles son los pilares sobre los que debe asentarse hoy en día la seguridad de un museo?

—Es básico que todo el personal que trabaja en una institución museística asuma que la aportación que está haciendo laboralmente es determinante para que futuras generaciones se encuentren el patrimonio igual o mejor que como nos lo dejaron nuestros antecesores. Por tanto, no ha de ser únicamente el personal destinado a seguridad el responsable de la protección del patrimonio, sino que tanto a nivel de información, como del cumplimiento de los protocolos de seguridad, colaboren de forma efectiva el personal que trabaja (restauradores, conservadores, documentación y registro, mantenimiento, administrativos, etc).

Otro de los pilares básicos de seguridad de un museo es disponer de un departamento de Seguridad, sobre todo dependiendo de volumen y valor del fondo. Al frente del mismo ha de haber un director de Seguridad, que será la persona que se encargará de que todo el personal laboral a través de una formación asuma esa responsabilidad de la que hablamos. La figura del director de Seguridad también es la que se va encargar de diseñar y coordinar toda la seguridad integral dentro de la institución por medio de la instalación de sistemas electrónicos (activos y pasivos) y la vigilancia humana de seguridad.
Otro pilar básico es también la formación del personal tanto de seguridad como de otros departamentos implicados en planes de autoprotección y planes de seguridad. Es importante tener claro cómo han de reaccionar delante de posibles amenazas.

Imágenes: MNAC

 

 

 

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