Los fatídicos atentados ocurridos en París el pasado mes de noviembre, donde los terroristas pretendían causar una matanza, han provocado el incremento de las medidas de seguridad en espacios de ocio como los estadios deportivos, no sólo en su interior sino también en sus aledaños de las instalaciones.
Víctor Hernández Segovia. Director de Operaciones. Eulen Seguridad
En España, la legislación que establece las medidas de seguridad que se deben adoptar es, por un lado, el Real Decreto 2816/1982, que hace referencia a espectáculos públicos y actividades recreativas, donde se regulan las medidas que se deben adoptar, tales como la elaboración de planes de emergencia, disposición de una organización de autoprotección, de prevención de siniestros e intervención inmediata en el control de los mismos; y, por otro, el Real Decreto 203/2010, por el que se aprueba el Reglamento de Prevención de la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte. La aplicación exclusiva de estas medidas es insuficiente, por lo que además existen diferentes reglamentos de seguridad establecidos por las diferentes federaciones internacionales deportivas, que señalan cuáles son las medidas de seguridad complementarias que se deben establecer en los estadios.
La seguridad es un elemento fundamental para que cualquier evento se desarrolle con normalidad, por tanto, es esencial que exista una total colaboración entre todas las partes implicadas.
El elemento necesario para que se mantenga un óptimo nivel de seguridad en un estadio es la aplicación de una política de seguridad que sensibilice a todas las partes implicadas y que será definida por el equipo de gestión. Esta política identificará las medidas de seguridad que se deben adoptar, unificando todas aquellas acciones para su implementación, desde el primer nivel de registro en los aledaños de todas las personas que entran en el estadio hasta el acceso de las personalidades VIP.
Por tanto, se establece un primer nivel de seguridad que comienza con el personal que trabaja en sus instalaciones (mantenimiento, limpieza, encargados, etc.) derivado de sus amplios conocimientos de las instalaciones. La mejor manera de mantener la seguridad es motivándoles, instarles a que comprendan la necesidad de mantener la seguridad en el estadio. Para ello se ha de contar siempre con su estimable colaboración, ya que su actuación es imprescindible para alertar al personal de seguridad ante cualquier comportamiento extraño, la presencia de objetos y/o personas en lugares inapropiados que sirvan para realizar las actuaciones oportunas.
Para mantener su nivel de comprensión y seguridad, se realizan cursos formativos y de sensibilización y reuniones informativas bajo la dirección de seguridad. La correcta formación de este personal acerca de la necesidad de atención ante la presencia de paquetes, bolsos u otros objetos en lugares extraños, de objetos colocados cuidadosamente, no arrojados a la basura, o de personas desconocidas que muestran un interés inusual, tienen que dar la voz de alarma.
La notificación ante cualquier sospecha, por parte del personal, siempre será tomada en consideración y como una contribución a la seguridad del evento, incluso cuando se detecte que se trata de una falsa alarma.
El establecimiento de las medidas de seguridad oportunas es, sobre todo, un buen elemento disuasorio y la mejor forma de detectar la entrada de objetos/artículos no autorizados dentro del estadio.
Se establecerán diferentes medidas de seguridad, dependiendo principalmente de si se realiza un acontecimiento deportivo o se trata de tareas de mantenimiento del estadio, pero siempre se habrán de cumplir las medidas de seguridad preestablecidas.
En el caso que exista una amenaza específica o se detecten objetos sospechosos en el estadio, se procederá a realizar un registro más minucioso, en estos casos con personal cualificado.
Tras los recientes atentados terroristas en París y Bruselas, las medidas de seguridad se han visto incrementadas. Al existir un mayor riesgo de actividad terrorista, ha sido necesario efectuar registros más exhaustivos tanto a las personas como a los vehículos que acceden a los estadios. Este incremento de las medidas de seguridad se traduce directamente en el aumento del número de efectivos, tanto de seguridad pública como de seguridad privada, al ser preciso más personal en las zonas de acceso, en los tornos, etc., y que se traduce en una pérdida de agilidad en la entrada de público en los estadios en los días de partido.
Los clubes gestores de estos eventos ante estas medidas de seguridad extraordinarias, realizan campañas informativas en los medios de comunicación, cuya función es informar previamente al público, también a través de notas informativas en las propias entradas y en carteles informativos, además la apertura de puertas se realiza con más tiempo de antelación que de forma habitual, con el fin de compensar los tiempos de demora que pueden ocasionar a los espectadores el hecho de pasar los diferentes controles de seguridad.