Nunca es tarde para aprender. Y si no que se lo pregunten al protagonista de esta entrevista para quien la formación es el pilar de su actividad laboral. La puerta de un despacho –del departamento de Organización de Empresas de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales– nos separa de un hombre con una gran capacidad para el diálogo, inteligente, vital…Ante nuestra llegada se levanta apresuradamente de su silla, nos obsequia con una simpática sonrisa y, aún sin grabadora de por medio, empieza a revelar muchos de los datos, profesionales y personales, que quedarán reflejados en estas líneas. Francisco Perosanz, coordinador de los cursos de Seguridad de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), siempre supo que pondría a disposición de los demás todo su conocimiento y experiencia. Hoy lo ha hecho con «Un café con…».
Un saber y maestría que cultivó en sus años como oficial del Centro Nacional de Inteligencia, y que después aplicaría como consultor de seguridad de empresas que trabajaban en proyectos clasificados por la OTAN. Ahora, desde hace más de una década, comparte sus «vivencias y experiencias profesionales» con los alumnos que cada edición llenan las clases de los masters y cursos de seguridad del centro universitario. Con un excelente manejo del discurso didáctico, hace hincapié en el Curso Superior de Dirección y Gestión de Seguridad Integral, por el que ya han pasado más de 1.000 personas con perfiles diferentes –vigilantes para promocionarse, universitarios, funcionarios…– a los que se les prepara para ejercer una «profesión de gran responsabilidad».«Si tienen que equivocarse que sea en sede de aula y no en su vida laboral. Aquí estamos para enseñarlos y si cometen algún error corregirlos», explica.
Clases, exámenes y notas finales aparte, saca su lado más amable: «lo más gratificante es el contacto con ellos, y ver cómo muchos están en grandes empresas, organismos…». Tenaz conversador –su desayuno estaba casi intacto a mitad de la charla-, saca pecho cuando asegura que «España puede presumir de tener grandes directores de seguridad, formados y preparados», aunque –objeta con gesto serio- hoy es una exigencia «reciclarse de manera continua». Apuesta por una formación integral para estos profesionales que, además de caracterizarse por un perfil gerencial –«deben ser auténticos gerentes de riesgos»– tienen que manejar conocimientos de contabilidad, jurídicos… y atesorar una gran capacidad organizativa, así como dotes para las relaciones públicas y la empatía.
Sospechábamos al inicio de la cita que poco tiempo tendría para el ocio pero este hombre que se mueve en moto por la ciudad se libera del stress caminando «a marcha rápida» y disputando partidos de paddle o frontenis. Es con su familia –«el eje de mi vida»-, con quien comparte sus horas de descanso y planea rutas por toda la geografía española, aunque, señala tímidamente, «ahora solo con mi mujer, los chicos se han hecho grandes». Confesó vivir pegado a su ordenador y a su terminal, o lo que es lo mismo, «siempre estoy ocupado y siempre estoy libre». Pero para él vivir es siempre mejor con una actitud positiva. ●
