La autonomía de los robots avanzará pero aún queda un largo trecho para que debamos abandonar el control humano en última instancia», así lo considera Fernando Broncano, Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia de la Universidad Carlos III de Madrid, quien analiza en esta entrevista los retos a los que se enfrenta la sociedad ante la llegada de las nuevas tecnologías, así como los cambios sociales, legales, educativos… que tendrá que abordar, además de dar respuesta a cuestiones como ¿podría un robot llegar a pensar y razonar como una persona? ¿El futuro nos deparará una vida de dependencia hacia las tecnologías y las máquinas?
—Nuestro entorno es hoy en día totalmente técnico, ¿el futuro nos depara una vida de dependencia hacia las tecnologías y las máquinas?
—No parece que haya mucha alternativa. La causa de la dependencia creciente se debe a que los diferentes artefactos dependen cada vez más de otros artefactos. En el siglo XIX prácticamente era suficiente la producción para que el artefacto o la máquina funcionase, bien usando energía de carbón o animal o humana. En el siglo XXI todos los artefactos dependen de otros: los móviles, por ejemplo, dependen de las antenas que a su vez dependen de los satélites, y, por supuesto, de las redes de energía que recargan las baterías. El internet de las cosas hará mucho más evidente esas interdependencias. Ello conlleva que los humanos cada vez intervengamos menos en el funcionamiento diario de los artefactos pero, al tiempo, dependamos más de estas redes artificiales para todos los aspectos fundamentales de la vida.
